Ciudad de México, 20 de mayo, 2021.- Las implicaciones de la pandemia en México han sido profundas y el camino hacia la recuperación empresarial se está desarrollando de manera gradual y lenta de acuerdo con la implementación de los programas de vacunación.
CBRE, multinacional de bienes raíces, con sede en las principales ciudades del país, desarrolló una guía dirigida a ocupantes y propietarios que deban administrar sus edificios, independientemente del punto en el que se encuentre la elaboración de su estrategia de recuperación tras el Covid-19.
“Compartimos nuestro conocimiento experto y asesoramiento basados en una experiencia que va creciendo rápidamente, tanto en detallados documentos guía, como en especificaciones técnicas, incluyendo protocolos y herramientas que hemos desarrollado para y con nuestros clientes, implementándolos en nuestros propios espacios de trabajo de CBRE en gran parte del mundo”, aseguró el Project Management Director para México, Oliver Jaimes.
Las empresas deben tener en cuenta que el gobierno ha permitido el regreso a oficinas con una ocupación máxima de un 20%, enfocado a que la actividad laboral y las empresas en general puedan reabrir sus lugares de trabajo, los ocupantes deben estar preparados para determinar sus límites y políticas, y así poder dar la bienvenida a empleados, clientes y visitas de regreso a sus oficinas.
“Estas políticas pueden abordar temas como la disponibilidad de pruebas para todos, la accesibilidad permanente a suministros clave de limpieza y a equipos de protección personal, la capacidad de incentivar el distanciamiento social y la limpieza frecuente. De igual manera, deberán contemplar el cumplimiento de requisitos obligatorios y la implementación de un protocolo de buenas prácticas”,afirma Jaimes.
Se debe planificar el regreso a la oficina; la experiencia CBRE en el apoyo a clientes en México y otros países sugiere que la reapertura de lugares de trabajo y espacios comerciales no es sencilla.
La previsión es crucial, ya que se deben abordar actividades importantes de modo totalmente nuevo. Algunas de estas áreas clave incluyen: seguridad, salud y bienestar: las empresas deben estar preparadas ante unos trabajadores más exigentes que esperan garantías continuas y creíbles de que se encuentran trabajando en un entorno seguro.
Esto llevará a incluir señalización con información actualizada sobre seguridad, salud y bienestar, recursos para los empleados, para los visitantes y ocupantes en puntos a lo largo de todo el edificio y lugares de trabajo en concreto.
Retroalimentación de las partes interesadas: las relaciones con los accionistas o partes interesadas que sean clave en este contexto deben restablecerse a la vez que las empresas se movilizan para regresar a su lugar de trabajo.
“Las inversiones en seguridad en las oficinas, es un tema crucial en estos momentos. Dado la situación mundial las personas han aumentado su inseguridad en espacios fuera a su hogar, por lo que es el deber de las empresas hacer las inversiones y planes necesarios para devolver la seguridad a los espacios de oficinas. Es importante coordinar antes de reabrir una oficina o unas instalaciones con los grupos de interés de los ocupantes y de los propietarios.” agregó Oliver Jaimes.
No es recomendable traer de regreso a la oficina a todos los equipos de trabajo. Los requisitos del negocio y organización en el trabajo: las primeras lecciones aprendidas en Asia y USA indican que traer a los equipos de vuelta a la oficina “a tope” no es recomendable y poco coherente con la mayoría de las recomendaciones de salud pública, las cuales recomiendan que las medidas de distanciamiento social se reduzcan de modo gradual y bien pensado.
Las empresas deben marcar un plan que permita aumentar gradualmente el número de personas que regresan a su lugar de trabajo.
Se debe evaluar los efectos en compras y finanzas: tanto los ocupantes como los propietarios deben plantearse seriamente qué nuevos niveles de servicio, materiales y actividades son necesarios para facilitar este retorno a los espacios de trabajo.
Ejemplos de áreas que pueden necesitar mayor abastecimiento y más financiación serían: un servicio de limpieza mejorado; introducción de nuevos protocolos de acceso (por ejemplo, medición de la temperatura corporal y gel sanitizante para manos); aumentar la cantidad de suministros como gel hidroalcohólico para manos, toallitas desinfectantes, guantes y mascarillas; replantear el entorno de trabajo, así como la tecnología y equipos necesarios; utilizar tecnologías de seguimiento, tecnologías “touchless” y demás.
Los empleados esperan una respuesta continua y preparación: una vez el espacio se haya reocupado y el trabajo se haya reanudado, tanto ocupantes como propietarios deberán permanecer alerta y con una capacidad de respuesta rápida ante situaciones inesperadas o no deseadas.
Las dos partes deberán permanecer alerta y mantener protocolos estrictos en caso de que se dé un rebrote de COVID-19. Todo el mundo tiene que estar preparado para volver al “modo respuesta” en el caso de que hubiera sospechas o confirmación de un caso positivo.