Ciudad de México, 2 de julio de 2020. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó que cerrarían más de 2.7 millones de empresas formales en la región – de las cuales 2,6 millones serían microempresas- con una pérdida de 8.5 millones de puestos de trabajo, sin incluir las reducciones de empleos que realicen las empresas que seguirán operando.
Al presentar el Informe Especial COVID-19 N⁰4 titulado Sectores y empresas frente al COVID-19: emergencia y reactivación, el cual fue presentado por la Secretaria Ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, en una conferencia de prensa virtual, indicó que el impacto será diferente según el sector y tipo de empresa.
Varios de los sectores fuertemente afectados, como el comercio y los hoteles y restaurantes, cuentan con microempresas y pequeñas empresas, que serán las más golpeadas. Por ejemplo, el comercio perderá 1.4 millones de empresas y 4 millones de puestos de trabajo formales, mientras que el turismo perderá por lo menos 290 mil empresas y un millón de puestos de trabajo.
Los sectores más afectados son el comercio mayorista y minorista; las actividades comunitarias sociales y personales; hoteles y restaurantes; actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, y las manufacturas.
A partir de marzo de 2020, para sostener la estructura productiva y evitar la pérdida de empleos y la destrucción de capacidades en las empresas, los gobiernos anunciaron un conjunto amplio de medidas.
La CEPAL identificó 351 acciones, agrupadas en seis categorías según sus objetivos: liquidez, crédito, ayuda directa, protección del empleo, apoyo a la producción, y exportaciones.
“La crisis golpea con mayor intensidad a los sectores industriales potencialmente de mayor dinamismo tecnológico y, por lo tanto, profundizará los problemas estructurales de las economías de la región. Esto significa que, si no se implementan políticas adecuadas para fortalecer esas ramas productivas, existe una elevada probabilidad de que se genere un cambio estructural regresivo que conduciría a la reprimarización de las economías de la región”, advirtió Alicia Bárcena.
Ante esta situación, la CEPAL enfatiza la necesidad de dar una respuesta a gran escala para evitar la destrucción de capacidades productivas propone:
1. Ampliar los plazos y los alcances de las líneas de intervención en materia de liquidez y financiamiento para las empresas.
2. Cofinanciar la nómina salarial de las empresas durante seis meses para evitar la destrucción de capacidades.
3. Realizar transferencias directas a los trabajadores autónomos.
4. Apoyar a las grandes empresas de sectores estratégicos que resulten gravemente afectadas por la crisis.