Lamentablemente en México, seguimos teniendo cada vez más casos de linchamientos, por ende, nos estamos acostumbrando a verlos como un fenómeno social que se utiliza por la falta de mayor seguridad en las calles, además de que se llevan a cabo como una aplicación de la “justicia por propia mano”.
Es importante definir al linchamiento, para ello, hago referencia a lo que dice la Real Academia Española, la cual define el verbo linchar como “ejecutar sin proceso y tumultuariamente a un sospechoso o a un reo”. De esta definición, puedo reiterar lo que menciono en el párrafo anterior, es decir, que se parte de la revisión conceptual de los principales posicionamientos en torno a los denominados fenómenos de “justicia por mano propia”.
En cuanto al marco legal, el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dice: “…Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho”, sin embargo, en los últimos años, hemos visto que se han incrementado los hechos de violencia colectiva en el país, en los cuales participan grupos de personas que toman la justicia por propia mano sin que haya una consecuencia penal en contra de esta conducta.
Es en este sentido, para mayor referencia, haré mención de algunos casos de linchamientos que han publicado en los diferentes medios de comunicación, ya que estos nos ilustran las expresiones de violencia social, a saber:
El 23 de noviembre del 2004, en el pueblo de San Juan Ixtayopan, Tlahuac, tres policías federales fueron amarrados de las manos y golpeados posteriormente a dos de ellos los quemaron vivos, ya que a uno lo pudieron rescatar elementos de seguridad capitalina. A ellos los acusaban de haber secuestrado a unos niños. La Noche de Tlahuac. Periódico “Excelsior”
El 18 de febrero de 2010, en la localidad de Salinas Cruz, Oaxaca, dos jóvenes asaltaron a un taxista y lo hirieron con una navaja, por lo que varios taxistas persiguieron a los asaltantes y detuvieron a uno de ellos para golpearlo y quemarlo vivo. Linchan taxistas de Oaxaca a un menor. Periódico “La jornada”
El 11 de febrero del 2012. Una turba de más de 500 personas del pueblo de San Mateo Huitzilzingo, del Municipio de Chalco, detuvieron a tres presuntos secuestradores, los golpearon, los rosearon con gasolina y les prendieron fuego. Linchan a 3 presuntos secuestradores en Chalco. Periódico “El Economista”
La noche del 19 de octubre del 2014, dos encuestadores de la empresa Marketing Research & Services, murieron luego de ser linchados y quemados por una turba en el municipio de Ajalpan, en Puebla. Habitantes linchan a dos encuestadores en Ajalpan, Puebla. “Animal Político”
El 24 febrero del 2017, los pobladores de Chiapilla, Chiapas, lincharon a tres hombres a los que quemaron vivos porque, supuestamente, intentaron robar un auto. Linchan en Chiapas a tres hombres; los queman vivos. Periódico “El Universal”
El 31 agosto de 2018, en la comunidad de Santa Ana Ahuehuepan, del Municipio de Tula de Allende, Hidalgo, pobladores acusaron a un hombre y a una mujer de robarse a un niño por lo que fueron golpeados y quemados, los cuales fallecieron en el hospital después de que fueron rescatados por elementos de la policía. Linchan a pareja en Hidalgo por presunto intento de robo de un niño. “Noticieros Televisa”
El más reciente y que al momento es un claro acto de barbarie en pleno siglo XXI, es el ocurrido el pasado 10 de junio, en la localidad de Papatlazolco, Puebla, en donde un numeroso grupo de personas fueron alertados de la presencia de dos hombres en la zona, quienes supuestamente planeaban secuestrar niños, por lo que decidieron colocar barricadas para detener a los presuntos “robachicos”, entre los que se encontraba un hombre joven que fue señalado, sometido, golpeado y quemado vivo ante la mirada de mucha gente.
En estos hechos se estima que participaron aproximadamente 200 personas, las cuales equivocadamente confundieron a un ex funcionario de la Cámara de Diputados afiliado al Partido Acción Nacional.
Derivado de estos acontecimientos, el pasado martes 21 de junio, la Senadora del Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, presentó una iniciativa a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión para tipificar el delito de linchamiento en el Código Penal Federal.
Como parte de la justificación respecto a la iniciativa, la Senadora señala que:
“…los linchamientos son actos de tortura, ilícitos, que constituyen una de las expresiones más graves de la crisis que en materia de inseguridad ha reportado nuestro país, situación que, además, se deriva de lafalta de confianza en las autoridades y la incapacidad de las instancias de gobierno para generar condiciones que permitan la convivencia pacífica”.
Con esta propuesta, dice la Senadora, “el linchamiento debe ser considerado como un delito calificado, por las agravantes de alevosía y ventaja”.
Cabe destacar que esta iniciativa fue entregada por el Partido Acción Nacional, a la mesa directiva de la Comisión Permanente, para tipificar el linchamiento como delito y que se le apliquen las penas contenidas en los artículos 298 y 320 del Código Penal Federal, que incluye penas de hasta 60 años de prisión.
En dicha iniciativa, la propuesta señala que se adicione un “capítulo II bis al título 19, Lesiones y homicidio por linchamiento”. Así como de la añadidura del artículo 309 bis del Código Penal Federal, para quedar de la siguiente manera:
“…Cometen el delito de linchamiento: I. quienes en forma tumultuaria infieran lesiones o priven de la vida a una o más personas, se les aplicarán las penas que corresponden a lesiones y homicidio calificado en términos de los artículos 298, que señala. Al responsable de una lesión calificada se le aumentará la sanción hasta el doble de la que corresponda por la lesión simple causada. Y el artículo 320 del CPF, establece: al responsable de un homicidio calificado se le impondrán de 30 a 60 años de prisión”.
En México y a nivel mundial, la inseguridad siempre ha sido un tema muy complejo, sin embargo, no basta decir que la inseguridad estimula los linchamientos, porque cuando se realizan con la facilidad y la frecuencia que hemos visto en los últimos años, los linchamientos son en sí mismos un grave factor de inseguridad.
La dinámica de los linchamientos desafía a las instituciones de seguridad, ya que la población supone que el hecho de detener a los presuntos delincuentes, les da el derecho de juzgarlos y aplicarles el castigo para evitar que se sigan cometiendo delitos que queden en la impunidad.
Por ello hay que trabajar en la prevención del delito y capacitar a los cuerpos policiales para llevar a cabo los protocolos de actuación en tiempo y forma, para poder evitar que se ejecuten los linchamientos.
Asimismo, tenemos que seguir luchando por la justicia, crear leyes que generen mayor confianza en la sociedad, sin embargo, no basta con crearlas, sino aplicarlas correctamente para evitar impunidad, que, en muchos casos, es por lo que la sociedad sigue incrédula en la impartición de la justicia y por ende, aplica la famosa ley del talión.
“Ojo por ojo y el mundo acabará ciego”. Mahatma Gandhi