Ciudad de México, 28 de septiembre, 2021. Si algo nos ha enseñado la pandemia es aprender a adaptarnos a los nuevos ambientes, en el hogar, en el trabajo en línea y en la socialización, porque de la transformación radical que hagamos en nuestra vida, dependerá de cómo afrontemos la pandemia para superarla, de esto nos habló Shosana Turkia, Terepeuta Cognitivo Conductual, en entrevista para Arzate Noticias.
“La salud mental se ha visto afectada en la población más vulnerable como son los niños, adolescentes y adultos mayores y, como ejemplo, una cifra muy alarmante es que los pensamientos suicidas se incrementaron 25% debido a la pandemia”, comentó Soshana.
Ante ello, comentó la importancia de poner atención a estos pensamientos para “sostenernos unos a unos y aceptar la verdad de las cosas y hacer lo que se puede cambiar y aceptar radicalmente lo que no se puede, porque vamos a seguir viviendo, por lo que las únicas preguntas que deberíamos hacernos es ¿Qué vamos a hacer con este tiempo de transición?,¿Qué propósito le vamos a dar a nuestra vida y cómo podemos seguir disfrutando lo que si tenemos?”
Recomendó que, ante la pandemia, hay dos elementos clave a los cuales la gente puede acceder y con ellos mejorar la vida en este momento y que son la gratitud y la generosidad. “La gratitud es darle valor a cada cosa, idea, vínculo para utilizarlo positivamente y la generosidad es dar a los otros y a uno mismo en la calidad y proporción que puede recibir y esto automáticamente acciona el amor incondicional”.
En lo particular frente a una depresión, recomendó acudir a centros de apoyo psicológico y evitar quedarse con la sensación de estar solos, así como identificar en la ansiedad, a qué se le tiene miedo. “Se puede vivir sin ansiedad, sin miedo”, enfatizó.
Y para el tema de las relaciones comentó que hay secretos básicos de comunicación que si se aplicaran con compañeros, familiares, todo sería un poco más suave, más amable y entonces se podría escuchar mejor, explicar mejor y colaborar más.
Aconsejó “hay que dormir bien, porque la salud mental comienza con dormir bien, y así nuestra salud comienza a funcionar mejor. El segundo elemento es comer bien. El ritmo de vida a veces impide estos factores pero debemos darnos ese tiempo, y eso nos lo vino a enseñar la pandemia”.
Dio a conocer que la terapia cognitivo-conceptual es muy puntual y que es de gran ayuda para atender problemas de depresión, ansiedad, relaciones y hábitos (usos y abusos de sustancias), e incluso “Terapeutas más preparados pueden ayudar en lo que yo le llamo la autonomía económica, la autonomía emocional (lo que pienso, digo y hago), la autonomía erótica, (como expreso mi deseo conciente) y la autonomía espiritual (que rol juego en la familia, con los amigos y címo eso afecta a tu persona), por eso lo que yo hago es una transformación radical”, señaló durante la entrevista.
En medio de la pandemia, hizo especial énfasis en no convertir todo en una enfermedad, de confundir problemas sociales con problemas de salud individual, de tender a patologizar todo, cuando en realidad puede ser que no funciona es el sistema familiar y no necesariamente se tiene que convertir en un problema de salud mental.
“Vivimos en un péndulo, por un lado están los pesimistas que dicen esto se va a acabar, el Covid no tiene solución, y entonces para qué me esfuerzo si de todos modos ya no importa y, por otro lado están los edonistas, quienes como ya se va a acabar todo, todo lo comen, se consumen todo y, en este péndulo vemos a comunidades completas, a la familia. Es por ello que en la terapia conductual vemos qué decisiones podemos poner en la mesa y hacer un alto, dejar de accionar, para hablar de los valores, de las circunstancias individuales y de la prioridad del paciente”, enfatizó Soshana.
Agregó que en la terapia cognitivo-conductual lo primero que hace es medir cómo están emociones para aprender a matizarlas y distinguirlas.
“Hay que recordar que las emociones no son otra cosa que energía en movimiento, que tienen un mensaje en particular, cuando aprendemos a descifrar lo que quiere decir la emoción podemos entonces accionar positivamente”, enfatizó.
Por ello indicó que la terapia congnitivo-conceptual es muy puntual, por ejemplo, “Cuando alguien quiere abordar solo el problema con la pareja, lo que aprendemos es a vincularnos correctamente con la pareja, y al hacerlo es muy probable que aprendamos leyes básicas para vincularnos con los demás y, recordemos que de la calidad de mis vínculos dependerá mi calidad de vida”, enfatizó Soshana.
Así también explicó que se aplican diversos métodos para ver si es ansiedad, depresión, para por así decirlo, limpiar toda la mesa de trabajo y entrar a niveles más profundos. “Esto es ciencia, es muy puntual, respetando la voluntad, valores y principios”, indicó.
Sin embargo hizo referencia a las distorsiones cognitivas, que son las pequeñas mentiras que nos contamos todos los días para poder subsistir, y que hacen que tengamos las mejores razones para pensar, sentir, hacer y decir lo que pensamos y sentimos.
Hizo especial énfasis en descubrir esas razones y encontrar otra forma de proteger los valores con acciones más sanas o menos tóxicas, lo que contribuirá a encontrar otra forma de pensar, de sentir, de decir y de hacer.
“Por ello si cambiamos un pensamiento distorsionado, confundido, encontramos ese pensamiento que contenga tres elementos: que sea completamente verdadero para el paciente; que tenga la fortaleza para romper la distorsión cognitiva y tres que sea sostenible con el tiempo.. y así es como cambian las personas, sus emociones, sus palabras y sus acciones”, finalizó.