Ciudad de México, 31 de agosto, 2021.- Cuando las pequeñas y grandes empresas deciden a usar la analítica de datos en alguno de sus procesos, empieza un camino lleno de ventajas competitivas frente a sus competidores, y se beneficia el crecimiento de la organización.
De acuerdo al Índice de Madurez Analítica desarrollado por la empresa Infórmese, solamente el 18% de las empresas en México utiliza la analítica de datos en procesos de innovación, de las cuales, el 48% son grandes empresas y muy pocas organizaciones, son Pymes y MiPymes.
Además, en un entorno en el que la pandemia arrasó ya con un millón 10 mil 857 establecimientos, de acuerdo al estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) 2020 que publicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), usar la analítica es aspirar no solamente a sobrevivir, sino a crecer.
Juan Carlos Olarte, gerente de Conocimiento Soluciones y Producto de Infórmese, explica que en las grandes y pequeñas empresas, al igual que con los atletas que acuden a los Juegos Olímpicos o Juegos Paralímpicos, se necesita de un patrocinador con visión y liderazgo, que generalmente se encuentra como tomador de decisiones dentro de la organización, para empezar a implementar su uso en una de las áreas clave.
Básicamente, cuando se pone en marcha la analítica en las organizaciones, se está desarrollando una habilidad de la compañía para explotar los datos en favor del negocio, y para ello, es importante tomar en cuenta los cinco estados que plantea Thomas Davenport para poner en práctica a ésta.
El primero de ellos, es el nivel de analíticamente impedido, que se refiere a quien no sabe por dónde comenzar, o a quien no tiene la gente o porque no conoce sobre analítica o porque no tiene los datos o no sabe dónde están los datos, pero significa tomar conciencia y es así que se pasa al segundo estado, que es una “analítica focalizada”.
“La analítica focalizada es cuando en un área de negocio buscamos ser puntuales en un proyecto pequeño. Entonces resolvemos un problema puntual que garantice una victoria a corto plazo, sea a nivel de cliente, a nivel de operaciones o producción, o a nivel del entorno”, explicó el especialista.
Una vez que se consigue la primera victoria temprana, otras áreas van a prestar atención y querrán realizar la implementaron analítica, porque ya se habrán dado cuenta de los resultados importantes obtenidos a favor del negocio, y es cuando la organización se convierte en una “aspirante analítica”.
Cuando todas las áreas están montadas en ese tercer nivel de analítica, de inmediato se sube al cuarto nivel y se convierte en una “organización analítica”, porque se hace analítica en el día a día.
“Como consecuencia, cuando ya has madurado esos procesos y cuando los utilizas como una fuente de innovación y ventaja competitiva, vas a la punta de la pirámide que es el quinto nivel, que es el de ‘competencia analítica’, en donde básicamente te vuelves un referente en tu sector, al generar mejores productos, tener buenos números financieros, optimizar operaciones, disminuir gastos de los costos y tener un buen cumplimiento regulatorio, entre otros”, refiere el especialista.
En Culiacán, Sinaloa; en Acapulco, Guerrero; en Monterrey, Nuevo León y en la ciudad de Cancún en Quintana Roo, por no citar la Ciudad de México, existen muchas empresas que usan la analítica y la explotan y lo están haciendo con todo el éxito, por lo cual las Pymes y MiPymes deben voltear a verlas para prepararse y lograr un crecimiento sólido y continuo.
Para iniciar este camino, las empresas, Pymes y MiPymes deben proyectarse en el largo plazo, uno en donde puedan llegar a convertirse en una compañía mucho más grande, o incluso, llegar a ser una multinacional con base en un plan estratégico que tenga un horizonte bien trazado y en el cual la analítica debe estar presente.