Alcaldesa de Los Reyes la Paz de Morena, Olga Medina, denunció al representante de su mismo partido: le pidió dos millones de pesos para su candidatura, afirma que hay un presunto plan entre líderes mexiquenses de Morena con el gobierno del Edomex para enriquecerse.
Advirtió que si algo le pasa responsabiliza al líder de “Los Puros”, Daniel Serrano Palacios, representante a Morena ante el Instituto Electoral del Estado de México. quien también le exigió direcciones del ayuntamiento, para su candidatura.
También, incluyó a otros cabecillas de ese instituto político y del gobierno del Estado de México si su integridad física sufre daños.
Explicó que el plan consiste en que el gobierno priista se disfrazará de Morena y para engañar a la población al pensar que votaría por Morena y que, escogieron a los individuos dispuestos a dispuestos a todo por riqueza”. Precisó la munícipe, que está enterada que ya está en venta la candidatura de Cuautitlán Izcalli”.
Aunque la edil tiene un resbalón Inefable al aseverar que por el momento no recurrirá ante las instancias judiciales para presentar una querella por la presunta extorsión de Daniel Serrano porque se dedicará tiempo a su campaña.
Nada nuevo no diferente a lo que ha ocurrido siempre, con este detalle tan sustancial, se revela que las frases doctrinarias del presidente se la pasan por el arco del triunfo en las entidades y acaparan la misma corrupción de antaño.
El presidente dijo en días pasados sobre los aspirantes que: “sería muy bueno que se investigara, que se preguntara a las autoridades judiciales si no hay carpetas de investigación, además de la carta de no antecedentes penales”. Quedaron en trivialidad, sus representantes como Serrano que venden las candidaturas.
Otra muy socorrida por el mandatario: “No hay corrupción arriba; “no somos iguales”y agregó en una ocasión después de su dicho, que si hubiera una denuncia de corrupción contra algún funcionario y el caso se comprueba, el implicado se irá a la cárcel. Quedaron etéreas sus palabras al viento.
La, venta de escaños a suspirantes de toda laya en el interior del país que es una romería de los dirigentes morenistas con la aparente complacencia de Mario Delgado que ocupado en atender con rigor otras órdenes del presidente, deja pasar todo a en su partido, que se dan un festín financiero arriba del agua.
Muchas locuciones, soflamas y adoctrinamientos que se quedan en el vacío antes los detestables actos que se acumulan cada día y todo indican que seguirán.
Con esas maniobras han dejado afuera a morenistas que desde el principio han estado con AMLO y son desplazados por converso, adinerados y quien pague por su nominación y el descontento en la base en todo el país ya se refleja en los pronósticos del 6 de junio. Cada vez falta menos para confirmarlo.
Claudia Sheinbaum es una política profesional: se tragó sin hacer gestos la imposición de Clara Brugada como candidata a la capital del país. Y aunque la disciplina es clave bajo el sistema presidencialista mexicano, la candidata del oficialismo carga con una derrota anticipada que la debilita rumbo a la contienda del 2024 y, a la cual, está por sumarse otro descalabro más.
Se trata de una batalla todavía más compleja que la pretensión de instaurar a un policía como candidato de la “izquierda moderna” a la Ciudad de México: desbaratar al Poder Judicial; intención que, al ser una de sus banderas de campaña, le representará un desgaste innecesario porque, al igual que en su fracaso anterior, un sector importante e influyente de la Cuarta Transformación repudia dicho planteamiento.
Por ejemplo, dos de las tres ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Loretta Ortíz Ahlf y Margarita Ríos Farjat, argumentaron en contra de uno de los principales ejes narrativos usados desde Palacio Nacional en esa cruzada: la posibilidad de que los ministros sean votados por los ciudadanos bajo el falso argumento de que solo así estos responderán a los intereses de quienes los eligen.
Fue en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara donde, junto al ministro Alberto Pérez Dayan, se pronunciaron en contra de dicha propuesta. Una de las premisas usadas por Ortíz Ahlf para desmontar dicha idea es que un juez, al acudir a las urnas y fincar su posibilidad de ocupar un asiento en el Máximo Tribunal, está negativamente incentivado a orientar sus resoluciones en pro de adquirir popularidad.
Ante el público que asistió al seminario “El derecho a la información, la importancia de la transparencia en el ejercicio de gobierno”, recordó cuando un juez de Estados Unidos le platicó que sentenció en Texas a un mexicano a pena de muerte, sin sustento sólido, con la finalidad de obtener notoriedad entre los votantes.
Y aunque el sometimiento al Poder Judicial que busca AMLO es mucho más complejo y contiene otras aristas más allá de esta medida, las voces al interior de la Cuarta Transformación empiezan distanciarse de su líder, como también lo ha hecho en otras embestidas hacia la Corte la exministra en retiro y exsecretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Sin embargo, y aún con un sector relevante de la 4T en contra de asfixiar al Poder Judicial, la candidata a la presidencia por parte de Morena, Claudia Sheinbaum, insiste en colocar en la boleta a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Poco a poco, en el imaginario colectivo empiezan a configurarse los términos bajo los cuales se dará la contienda de 2024. La mala noticia para Sheinbaum es que priorizar como bandera de campaña el sometimiento al Poder Judicial tendría implícita su irrelevancia en el tablero político-electoral pues reconfirmaría que solo es y será una extensión de Andrés Manuel López Obrador quien de manera errónea identifica a los jueces como principal obstáculo para la instalación de su Cuarta Transformación.
Aún no inician formalmente las campañas rumbo a la presidencia y la candidata oficialista ya carga sobre sí el fracaso que significó no imponer a su exsecretario de Seguridad en CDMX, Omar García Harfuch, en donde la militancia y la nomenklatura partidista le dieron la espalda. A eso se le sumará la intención de meter a la boleta a la Suprema Corte de Justicia de la Nación con la finalidad de cobrarle un desgaste, ahora con nuevas figuras de la Cuarta Transformación que la estarán desafiando.
¿Qué tan reducida tiene que estar Sheinbaum para poder encabezar “el proyecto”? ¿Podrá durante la campaña diseñar su propia plataforma electoral e imponer su sello? Sin duda son varias las pistas por las cuales se busca alterar el orden constitucional que establece mecanismos de control entre los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, entre ellas también una terna para suplir al ahora militante de Morena y TikToker, Arturo Zaldívar.
Apunte:
Enhorabuena el posicionamiento de las dos ministras, Loretta Ortíz y Ríos Farjat. De esta última habría que destacar que a partir de sus resoluciones se ha venido consolidando como una de las piezas más sólidas dentro del Máximo Tribunal del país.
Recientemente desde la Primera Sala resolvió que el gobernador de Nuevo León, no importando quién sea, publique en el periódico oficial el decreto por el cual se traslada la Unidad de Inteligencia Financiera estatal (Secretaría de Finanzas) a la Fiscalía de esa entidad, aprobado por el Congreso de ese estado desde junio del año pasado. La resolución termina por dar una valiosa lección a los diputados locales quienes en su momento buscaron que la ministra se abstuviera de conocer dicha controversia. La institucionalidad, avanza
****Analista y consultor político. Por más de 10 años, creador de estrategias de comunicación para el sector público y privado. Licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM con estudios de posgrado en gobierno. Observador del uso de las nuevas tecnologías y su impacto en la democracia. X: @MRomero_z
La respuesta del Gobierno federal, encabezado por el presidente López Obrador, ante la tragedia ocurrida en Guerrero por el paso del huracán Otis, principalmente en Acapulco y Coyuca de Benítez, ha sido lamentable en todos los sentidos, pues carece de solidaridad y empatía hacia los pobladores de esta entidad, además de ser mezquina.
Como sus cinco años de administración, la solución a la devastación que sufrió este estado está basada en la “politiquería” de Morena, es decir, está asentada en las mentiras, que ya son un estigma de los gobiernos, federal, estatal y municipal, liderados por el partido guinda.
El tabasqueño anunció el pasado 7 noviembre que entregaría a los afectados por esta catástrofe climatológica al menos 250 mil enseres domésticos, lo que se traduce en 250 mil estufas, 250 mil refrigeradores, etcétera. Lo cuestionable de este aviso es cómo se decidirá quién puede ser beneficiario de esta ayuda y qué proceso se tendrá que seguir para recibir dichos enseres. La opacidad en toda su gloria.
A la par de este anuncio, en la Cámara de Diputados se aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024, el cual prevé un gasto público histórico de más de 9 billones de pesos. La novedad es que ni un solo peso de este monto fue destinado para la reconstrucción y atención de Guerrero.
Resulta inaudito para la gran mayoría de los mexicanos es que el Gobierno federal y diputados morenistas no hayan enfocado este presupuesto para ayudar a los damnificados de esta bella entidad y, por el contrario, se destinen recursos para las obras del tabasqueño como son los casos del Tren Maya o la refinería de Dos Bocas.
Pero entre lo más grave de la actuación de López Obrador está el uso electoral que está haciendo de la tragedia provocada por el huracán de categoría cinco en Guerrero, pues determina, a su gusto, los tiempos legislativos para que ninguno de sus elegidos a contender por las nueve gubernaturas en juego en 2024 se vea manchado por la ineficacia de su administración.
Mañosamente, por parte de la bancada morenista y partidos satélites, la discusión de las reservas hechas por los partidos de oposición terminó la madrugada del jueves 9 de noviembre, con el propósito de que aquellos legisladores ungidos por el dedo presidencial estén libres para acudir el 10 de noviembre a recibir la bendición del patriarca tabasqueño vía Mario Delgado.
No hay duda, López Obrador y su partido Morena son cicateros y están ávidos de conservar el poder a como dé lugar, que importan los cientos de desaparecidos y damnificados que dejó Otis, mucho menos importa la rehabilitación del puerto de Acapulco. Lo que les importa únicamente es cuántos votos podrán obtener por esta tragedia. ¡Cuánta mezquindad!
El votante no es idiota. No lo fue en Argentina favoreciendo a Javier Milei el fin de semana pasado. No lo es con Narendra Modi en la India, en Venezuela con Nicolás Maduro, en Hungría con Viktor Orbán, en Israel con Benjamín Netanyahu o, en su momento, con Donald Trump en Estados Unidos, Boris Johnson en Reino Unido y Bolsonaro en Brasil. Tampoco lo fue con Andrés Manuel López Obrador aquí en México.
Entonces, ¿qué pasa con los ciudadanos que se ven seducidos por líderes populistas alrededor del mundo? No hay respuesta fácil, pero una de las principales hipótesis tiene como eje el desencanto de las sociedades con la democracia, es decir, el problema trasciende y va más allá de la polarización ideológica.
No se trata de izquierda o de derecha, sino que radica en la fatiga de las personas frente a un sistema que, desde su punto de vista, no les ha traído algún beneficio.
¿Qué caso tiene vivir en un régimen democrático? Desde el punto de vista de millones de personas en el mundo, ninguno. Y aunque en estricto sentido estén equivocados, de manera racional su insatisfacción está llena de lógica, es decir, se trata de una falacia que ha cobrado fuerza y que ha sido alimentada poco a poco con resultados desastrosos en pleno siglo XXI.
Para el académico Yascha Mounk existen varios factores que provocan ese sentimiento de decepción hacia la democracia, entre ellos destacan la nula movilidad social, el ensanchamiento de la brecha de desigualdad, el aspecto generacional –en donde los jóvenes desconocen para qué sirve–, así como un nacionalismo mal entendido.
Es decir, no es falso que los ciudadanos vean pasar generaciones y su circunstancia y calidad de vida no mejore aun cuando tienen un sistema democrático.
¿De qué sirve tener la libertad para votar si mi condición no se modifica? podría ser otro de los cuestionamientos bajo ese tren de pensamiento. ¿Qué pasa cuando los olvidados por el Estado terminan siendo mayoría aplastante versus los beneficiados? Sin duda, el resentimiento encuentra espacio y crece.
Intentar comprender el pernicioso virus del populismo y lo que pasó en Argentina pasa por revisar las condiciones que lo hacen posible. Mientras en Latinoamérica el terreno es fértil por la imparable brecha de desigualdad, en Estados Unidos o Europa el mal entendido nacionalismo puede ser la clave del éxito de liderazgos que usan los puentes democráticos para, una vez llegado, dinamitarlos y buscar prevalecer.
No cabe duda de que el votante busca recuperar el control sobre las decisiones… aun cuando caiga en la trampa de los populistas. Aunado a los factores expuestos por Yascha Mounk en lo que se refiere a lo decepcionante que podría ser para muchos la democracia, habría que sumar también la disrupción digital, una ventana poco explorada en este proceso y en el que la sensación de empoderamiento –en ocasiones falso– pueden generar un cóctel explosivo a partir de la distorsión y manipulación de la conversación pública, como ocurrió en el Brexit.
En ese sentido, lo visto en fin de semana pasado en Argentina en donde Javier Milei se alzó con el triunfo en la contienda Presidencial debe servir a México no como un estudio de caso sobre el agotado debate sobre la ideología de derecha y de izquierda, sino como uno más de los ejemplos en donde el votante, al sentir que no tiene nada más que perder, elige recuperar el control, aunque eso implique un salto al vacío.
**** Miguel Ángel Romero Ramírez
Analista y consultor político. Por más de 10 años, creador de estrategias de comunicación para el sector público y privado. Licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM con estudios de posgrado en gobierno. Observador del uso de las nuevas tecnologías y su impacto en la democracia. X: @MRomero_z