Ciudad de México, 19 de mayo, 2021.- El nivel de estrés y el sentido de urgencia son palpables entre los directivos de empresas medianas en nuestro país a partir de que el gobierno federal selló un acuerdo con el sector empresarial y los sindicatos para la implementación de su iniciativa de reforma a la subcontratación laboral o outsourcing. La ventana de tiempo es corta y las consecuencias de incumplir son severas.
“El punto de inflexión para las empresas ocurre a partir de los 20 o 30 empleados. Ya que el costo, el tiempo y la logística de internalización de su personal toman una dimensión que podría llegar a distraer a los directivos de la gestión de su negocio.
Mucho se ha comentado sobre el efecto de esta reforma regulatoria en las PYMES, pero a quienes realmente pone en jaque es a las empresas medianas”, comentó la fundadora y CEO de Worky, Maya Dadoo, una plataforma de gestión de recursos humanos en la nube.
Las empresas medianas, aquellas que tienen entre 20 y 200 empleados, están muy presionadas ya que el tiempo de implementación es corto y las implicaciones de no actuar a tiempo son graves. Si bien es un cambio que afecta a todas las empresas del país, los grandes corporativos cuentan con personal especializado y bufetes de asesores para realizar esta transformación con relativa sencillez.
Acompañamiento y asesoría, claves para una transición exitosa
Más que contratar un software, el proceso de internalización de la fuerza laboral es un proceso integral y estratégico que debe de ser guiado por profesionales en la materia. “Esta legislación, sin duda es un cambio para bien, las empresas se tienen que preparar y estructurarse para enfrentarlo. Hago hincapié en la parte de la asesoría ya que las consecuencias de los atajos que lleven a omisiones o errores son muy fuertes. Nosotros consideramos que el 50% del valor que ofrecemos está en la plataforma Worky y el 50% restante está en el acompañamiento y asesoría que les brindamos a nuestros clientes”, mencionó el Cofundador de Worky, Carlos Marina.
La reforma sobre outsourcing se trata de una transición compleja que contempla cambios laborales, fiscales, de seguridad social, así como de cultura y comunicación organizacional. Con Worky, se habilita una transición suave que incluye los aspectos técnicos, financieros y legales sin olvidar que esto, en el fondo, es un tema humano.
También es importante señalar que no dejará de existir el outsourcing o subcontratación para trabajos especializados. La decisión de dejar algunos trabajadores en esquema de outsourcing puede ser muy benéfico para las empresas que operan con márgenes muy ajustados, pero esta decisión debe de ser tomada con asesoramiento. Para las funciones que sigan en outsourcing, será necesario contar con un registro ante la STPS y la inscripción al padrón público de las empresas de subcontratación de servicios y obras especializados. También se debe considerar que será la empresa contratante la que deberá responsabilizarse en caso de incumplimiento de la empresa subcontratista.
La importancia de las personas
Para finalizar, comenta Maya Dadoo. La politización de este cambio regulatorio no sólo causa estrés en los empresarios y directivos, también afecta a los trabajadores. No olvidemos que estas personas tienen sentimientos, necesidades e inquietudes asociados a la transición.
Es por eso, que la plataforma y la consultoría que ofrecemos en Worky está enfocada a facilitar y fomentar la transparencia y la comunicación abierta. Comunicar de una manera asertiva y empática durante este proceso es uno de nuestros principios”.