Por Connie Villeda
Ciudad de México, 8 de abril de 2021. Factores como sexo femenino, envejecimiento, bajo consumo de líquidos y fibra además la baja actividad física ocasionada por la pandemia, contribuyen para sufrir estreñimiento funcional (EF), un trastorno común que afecta principalmente a adultos mayores y a mujeres y que genera un impacto negativo en la calidad de vida.
En conferencia de prensa organizada por laboratorios Armstrong, el doctor Francisco Javier Murillo, Inmunólogo Clínico, comentó que el estreñimiento es una incapacidad para evacuar el contenido intestinal, o la ausencia de deposiciones, teniendo que realizar un esfuerzo excesivo o la sensación de evacuación incompleta.
Agregó que se clasifica en crónico secundario, cuando es consecuencia de alguna enfermedad -como diabetes mellitus, hipotiroidismo, esclerosis múltiple, algunas lesiones medulares, entre otras-, y en primario o funcional, cuando no hay causa aparente pero está presente.
Hizo énfasis en que el tratamiento requiere de un plan médico, higiénico y nutricional.
A este respecto la nutrióloga Iris Cortés, comentó que lo más importante es hacer cambios en los hábitos alimentarios, y que el mejor es el consumo de fibra que se encuentra en avena, ciruelas, frutos secos, legumbres, zanahorias, frijoles, tortilla de nopal, hortalizas de hoja verde, frutas, verduras, granos enteros o leguminosas, lo que ayudará mucho a disminuir el problema. Así también recomendó que la ingesta recomendable de fibra en los adultos es de 20 a 35 grs al día.
La especialista en nutrición agregó que también la falta de actividad física y una dieta rica en productos ultraprocesados, con alto contenido en azúcares, grasas saturadas y harinas refinadas, también puede ocasionar problemas intestinales.
En los pacientes con EF que no responden a las medidas iniciales higiénico-dietéticas, se recomienda utilizar tratamientos farmacológicos, como Modaton Neo (Docusato de Sodio) de los laboratorios Armstrong, un laxante emoliente que disminuye la tensión superficial entre el agua y lípidos lo que hace que el bolo fecal se ablande, aumenta su volumen, estimulando el peristaltismo y desplazamiento de las heces blandas, facilitando la excreción.
Uno de los aspectos que más afecta a los sujetos que padecen estreñimiento funcional es la calidad de vida. En entrevista directa a los pacientes con EF, el 80% refieren que esta condición afecta su estado de salud en general, en el 55% afecta su dieta, en el 41% interfiere con el apetito, el 35% reporta alteraciones del sueño y hasta el 32% ve afectado su desempeño laboral.
El estreñimiento puede ser un síntoma que alerte de la existencia de una enfermedad, pero en muchas ocasiones se debe al cambio de los hábitos higiénico-dietéticos cotidianos. En estos casos el paciente puede recurrir ocasionalmente al uso de productos laxantes disponibles como el docusato de sodio, acompañados de consejos para mejorar hábitos higiénico-dietéticos.
Medidas Higiénico – Dietéticas
- Incluir verduras y frutas, de preferencia crudas y de temporada en nuestra alimentación diaria y que sea de manera gradual, esto nos ayudará a tratar y prevenir problemas de estreñimiento, ya que son ricas en fibra dietética, vitamina y minerales.
- Incluir cereales integrales como salvado de trigo, pasta, arroz, semillas de linaza, chia, recuerda que para que la fibra realice su función en intestino grueso, requiere de hidratación (agua simple).
- Consumir carnes magras, leche y quesos bajos en grasa, leguminosas, mejora nuestra digestión.
- Disminuir el consumo de sal y azúcares simples agregados.
- Disminuir el consumo de grasas saturadas y trans (presentes en productos ultra procesados como refrescos, hamburguesas comerciales, pastelitos empaquetados, embutidos, etc.).
- Tener una hidratación adecuada, principalmente de agua simple de 1.5- 3 litros depende de nuestra actividad física. El consumo de líquidos que sea de preferencia agua simple, caldos, aguas de frutas o verduras e infusiones. No refrescos gaseosos, jugos incluyendo los naturales y envasados.
- Realizar una actividad física de manera frecuente 3-4 veces a la semana, desde caminatas, subir escaleras hasta practicar algún deporte favorece los movimientos intestinales y con ello mejora la defecación.
- Hacer caso al llamado de deseo de defecación.
- Realizar rutina de defección de preferencia por las mañanas o después de consumo de alimento, aprovechando el inicio de movimiento del sistema digestivo. Podemos ayudar con postura facilitadora.
- Disminuir el consumo de alcohol y tabaco.
Una alimentación saludable es importante para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Recomendación de OMS