Por Connie Villeda y Ángel Pérez
Ciudad de México, 26 de marzo 2021.- La industria minero – metalúrgica es la que menor cantidad de agua consume en sus procesos productivos, en apenas 0.9%, aseguró el presidente de la Cámara Minera de México (Camimex), Fernando Alanís Ortega.
Durante la conferencia virtual, Agua para el Desarrollo Sostenible, organizada por Mujeres WIM México, el representante minero especificó que la industria autoabastecida, compuesta por la química, azucarera, petrolera, celulosa, papelera y minera, se abastecen en un 4% de ríos, arroyos, lagos, o acuíferos, cifra de la cual la minería apenas utiliza 0.9%.
En la ponencia Agua y Minería en México, Alanís Ortega especificó que el sector minero sabe de la importancia del uso eficiente del agua y ha invertido recursos económicos y talento para lograr su mejor aprovechamiento, reducir su huella hídrica y beneficiar a los pobladores de las comunidades en donde opera y en donde su impacto es menor al agua disponible.
Contrario a lo que se piensa, subrayó, la minería es la actividad industrial que más agua recicla y recupera y en donde se tiene cero descargas como parte del compromiso ambiental, además de que continúa buscando tecnologías, junto con sus proveedores, para seguir incrementando la recirculación del líquido y su tendencia es llegar al 100% de agua reciclada.
Informó que las mineras instaladas en el país han construido más de 70 plantas de tratamiento de aguas residuales que funcionan con eficiencia operativa y en beneficio de las comunidades.
Alanís Ortega recordó que en 2019 la minería consumió 583.7 millones de metros cúbicos de agua, de los cuales solamente 49.2 millones de metros cúbicos fueron de agua de primer uso y el resto agua tratada, recirculada o desalinizada de mar.
En ese mismo año, las plantas de tratamiento de agua residuales del sector minero trataron 10 millones de metros cúbicos de agua resolviendo un problema de salud entre la población y generando agua ecoeficiente para uso industrial.
La industria minera es objeto de muchos mitos, y entre ellos el que utiliza mucha agua en sus procesos y que contamina los afluentes cercanos, sin embargo es importante señalar que “la industria minera paga derechos por el agua como cualquier otra empresa, pero la diferencia es que además nuestro sector corre con los gastos por los sistemas de extracción que instala y el consumo de energía para tener acceso a ella”, enfatizó Fernando Alanis.
El directivo de Camimex comentó que la industria minera lleva a cabo muchísimas actividades para hacer un uso correcto del agua. “Un ejemplo es que a lo largo del proceso minero se cuenta con sistemas de aprovechamiento del agua, en la molienda e incluso en la etapa final donde el agua se deposita en la presa de jales, una vez que se asienta, la que queda en la superficie se vuelve a bombear para su uso”.
Cabe señalar que la Cámara Minera de México en su informe de sustentabilidad da a conocer que de acuerdo con el reporte de Conagua, la minería participa únicamente del 0.9% del consumo nacional de agua, muy por debajo del sector agrícola que es el que consume más.
Por su parte, Flor de María Harp, directora del Servicio Geológico Nacional, dio a conocer los diversos estudios de agua que llevan a cabo en el sector minero, tanto en fuentes alternas de suministro de agua, como de los impactos que pudieran generar sus operaciones en los afluentes cercanos.
“Un ejemplo de los estudios fue en la mina La Natividad, en Oaxaca, para ver si había o no afectación en un arroyo que abastece a una población. Se hicieron los estudios con el modelo hidrogeológico y el resultado definido fue que no había ninguna afectación por la obra minera”, agregó.
Así también mencionó que las presas de jales en la industria minera “son grandes colectores de lluvia, porque es una oquedad donde el agua se puede almacenar y puede ser bombeada para suministrar a las comunidades aledañas o reutilizarse”.
Al hablar sobre los retos señaló que además de continuar apoyando a las instituciones, es muy importante plantearse “cómo podemos contribuir como seres humanos a cuidar el agua, ya que el 14% del consumo recae en nosotros. Podemos hacer esfuerzos individuales porque aporta mas la suma de pequeños esfuerzos cotidianos de muchas personas, que grandes esfuerzos de algunas empresas”.