Ciudad de México, 16 de noviembre de 2020. De acuero con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018-2019 (ENSANUT), de 2012 a 2018, las amputaciones por pie diabético aumentaron 7%. Perder un dedo, un pie o una pierna es uno de los mayores temores entre las personas con diabetes, una enfermedad que, según estadísticas del INEGI, afecta a más del 10% de la población en México.
Se estima que este padecimiento es el causante del 80% de las amputaciones de dedos, pies o piernas en México, según un análisis realizado por Ottobock, compañía alemana con más de 100 años de experiencia en la atención técnica, fisioterapéutica y social a las personas con discapacidad.
“Las estadísticas nacionales indican que hubo un incremento significativo en la prevalencia de úlceras y amputaciones, que son las principales causas de hospitalización entre las personas con diabetes”, afirma Héctor Infanzón, nutriólogo y educador de la Federación Mexicana de Diabetes.
Además, una persona con diabetes a quien se le ha amputado un pie, tiene 75% de probabilidades de fallecer en un periodo de cinco años. Esto se debe, dice el experto, a que la amputación baja la calidad de vida de las personas, ya sea por gastos médicos excesivos o por una evolución natural de la enfermedad.
“Desde hace varios años existe una asociación directa entre el incremento de amputaciones y el aumento del índice de personas con diabetes. Basándonos en los datos oficiales del gobierno y en los nuestros, estimamos que 8 de cada 10 amputaciones de miembros inferiores son consecuencia de un pie diabético mal atendido”, sostiene Mónica Guadalajara, directora comercial de Ottobock para México y América Latina.
Aunque no existen estadísticas oficiales sobre cuántos amputados viven en el país, la Academia Nacional de Medicina estima que hay cerca 900 mil.
Por ello si padeces diabetes ten especial atención en los pies, ya que cosquilleos, rasguños o uñas mal cortadas pueden ser los factores que desencadenen el pie diabético,.
Una vez que la persona experimenta pérdida de sensibilidad en su extremidad y no se atiende a tiempo, empiezan los síntomas más graves: afectación de los vasos sanguíneos, modificaciones en la forma del pie, disrupción fisular, daño al tejido, infecciones, gangrena y, por último, amputaciones.
Algunas de las medidas para prevenir el pie diabético es utilizar zapatos cerrados con horma ancha, punta redonda o cuadrada, sin costuras internas, con tacones de mayores a 3 centímetros y hechos de materiales naturales y flexibles. También se recomienda humectar los pies con crema a base agua, utilizar talco, secarse bien después del baño, cortarse las uñas con un podólogo y utilizar calcetines especializados para pacientes con diabetes, explica Infanzón, quien está certificado por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.