Santiago de Anaya, 31 de agosto de 2020. Mujeres de la comunidad de Hermosillo Montenoble, municipio de Santiago de Anaya, Hidalgo, realizan manejo sostenible de la tierra, cultivando hortalizas sin la aplicación de agroquímicos y evitando el uso de aguas negras para su riego.
Este grupo de 15 mujeres participó en el Proyecto para la Promoción del Manejo Sostenible de la Tierras (ProTierras), implementado por Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, a través del cual, como ellas, cerca de 1 200 agricultores en los estados de Hidalgo, Oaxaca y Zacatecas, producen hoy alimentos de manera sostenible.
La localidad de Hermosillo Montenoble en la mricro region de Valle del Mezquital, Hidalgo, se caracteriza por su clima semiárido y la presencia de la comunidad indígena ñhäñhü; las actividades productivas primarias sustentan la economía familiar, dedicándose principalmente al cultivo de maíz y frijol en condiciones de temporal.
“Con el proyecto hemos tomado conciencia de lo que la tierra nos da, pero también que tenemos que conservarlo para las futuras generaciones”, explica Rosalba Gómez Mejía, promotora comunitaria en la localidad de Hermosillo Montenoble.
El grupo de mujeres realiza de manera organizada el aprovechamiento de una parcela ejidal destinada exclusivamente para las mujeres desde hace 50 años. Aplicaron los conocimientos adquiridos en la Escuela de Campo que se impulsó con ProTierras, donde se impartieron prácticas de producción de abonos orgánicos, producción de plántulas, métodos de trasplante y manejo de hortalizas en traspatio, uso eficiente del riego y establecimiento de cultivos de invierno.
Además, se identificó la conveniencia de aprovechar el agua de un manantial cercano a la comunidad, por lo que se construyó una obra de captación y almacenamiento de agua con capacidadde 5 600 metros cúbicos y potencial de impacto en 10 hectáreas.
En la parcela de 2 250 metros cuadrados y con sistema de riego se lograron producir más de 260 kilogramos de hortalizas: rábanos, cilantro, lechuga, acelga, betabel, zanahoria y haba. El 90% de la producción se destinó a la venta local y el 10% para autoconsumo, invirtiendo el recurso obtenido en la parcela para aumentar la producción.
En la Escuela de Campo del municipio de Santiago de Anaya participaron 165 productores, de los cuales el 77 por ciento son mujeres; se formaron tres promotoras y un promotor comunitario.
La participación de las mujeres en ProTierras fue determinante para priorizar la inversión en la comunidad de Hermosillo, la instalación de una Escuela de Campo y la conformación de un grupo para la producción de hortalizas.
“Una de las ventajas de estar en el grupo de mujeres es que podemos consumir alimentos limpios, una misma las cultiva para nosotras, nuestros hijos y nuestros vecinos, además de ser una fuente de trabajo y consumir alimentos producidos en nuestras propias tierras”, expresa por su parte Inés Gachúz Cruz, integrante del grupo de mujeres.
“ProTierras nos dió una unión entre mujeres que convivimos, trabajamos y valoramos lo que tenemos en nuestras tierras, lo que podemos producir y cultivar lo que es un beneficio para nosotros mismos”, finaliza Isela Cruz Rodríguez, integrante del grupo de mujeres en la localidad de Hermosillo Montenoble.