Ciudad de México, 16 de junio, 2023.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, por vez primera, incluyó el bienestar animal en sus Líneas directrices para empresas multinacionales para una conducta empresarial responsable, con lo que se exhorta a las empresas a preservar el bienestar animal en sus políticas y prácticas.
Estas líneas directrices, consideradas como norma de referencia global para las prácticas empresariales éticas, podrían tener grandes consecuencias positivas para los animales en los 38 países miembros de la OCDE, los cuales en conjunto representan aproximadamente tres cuartas partes del comercio global.
Este paso tiene como objetivo apresurar la adopción de prácticas empresariales respetuosas del bienestar animal por parte de las multinacionales al margen del tamaño, tenencia o sector, que tienen operaciones en países miembros de la OCDE o hacen negocios con estos.
Se basa en la tradicional orientación de la OCDE al bienestar animal en su Programa de directrices para las pruebas de sustancias químicas y tiene el potencial de dejar una huella positiva en miles de millones de animales en granjas, laboratorios, en la industria de animales de compañía y en la naturaleza.
Las directrices renovadas de la OCDE incorporan la definición de bienestar animal que dicta la Organización Mundial de Sanidad Animal, reconociendo como es debido la sensibilidad de los animales. Aunque no es legalmente vinculante para la industria, los 38 gobiernos signatarios de la OCDE están obligados a establecer un mecanismo de quejas.
La fuerza del texto para inspirar el cambio se intensifica en forma significativa con la inclusión de disposiciones que empoderan a la sociedad civil para expresar sus preocupaciones a través del mecanismo de solución de reclamos e interactúa de manera directa con las empresas, haciendo que rindan cuentas por hacer caso omiso del bienestar animal en sus cadenas de valor íntegras.
El presidente de Humane Society International, Jeffrey Flocken, manifiestó que “cuando comparamos las innovadoras líneas directrices de la OCDE con la horrible realidad que soportan miles de millones de animales en aras de las utilidades corporativas, la necesidad de una acción inmediata resulta demasiado obvia.
Millones de animales en los laboratorios inhalan dosis masivas de sustancias químicas sin recibir analgésicos, las cerdas en las granjas industriales están confinadas en estrechas jaulas metálicas que les impiden hacer los movimientos básicos y millones de animales que viven en las granjas de explotación peletera y en la producción de huevos padecen una existencia monótona en jaulas de alambre muy pequeñas, desprovistas de cualquier tipo de enriquecimiento conductual.
Para que las normas globales de la OCDE tengan un impacto real para estos animales, deben servir como llamada a la acción para que tanto las empresas como los gobiernos tomen medidas para erradicar estas prácticas inhumanas.”
La directora de OECD Watch, una red global de organizaciones no gubernamentales, Marian Ingrams, que encabezan la promoción de la sociedad civil para actualizar las Líneas directrices de la OCDE, declaró: “La valiosa inclusión del bienestar animal es uno de los avances más positivos y significativos, junto con la inclusión de un lenguaje contundente sobre el cambio climático, que hemos podido obtener en las Líneas directrices de la OCDE actualizadas, y que estaban pendientes desde hace mucho tiempo”.
Las recientes líneas directrices de la OCDE reflejan una tendencia mayor donde más inversionistas, empresas e instituciones están priorizando seriamente el bienestar de los animales.