Ciudad de México, 21 de septiembre, 2022.- Es necesario crear una figura legal en las leyes mexicanas, mediante la cual el gobierno federal otorgue el beneficio, uso y aprovechamiento de los bonos de carbono azul en México, indicó José Luis Pérez Rocha, abogado ambiental independiente.
Los bonos de carbono azul son instrumentos económicos y de mercado que se generan en la naturaleza, los cuales sirven para reducir las emisiones de dióxido de carbono (C02) al medio ambiente.
José Luis agregó que las tendencias en materia política en relación con el carbono azul son muy recientes para las autoridades y que aún se encuentran en análisis, pero es posible que México se reserve el derecho de uso de estos bonos como sucedió con el litio creando una dependencia para manejarlo.
Dijo que el marco legal ha creado una posibilidad para que los bonos de carbono pudieran ser aprovechados en beneficio de los municipios y de los estados y no necesariamente de la federación a través de acuerdos que ayuden con la economía de estas zonas.
Por otro lado, María Llano, directora del Programa de Análisis de Políticas Públicas y Legislación en Defensa Ambiental del Noroeste (DAN) explicó que “el carbono azul, es el dióxido de carbono que se encuentra en la atmósfera captado, almacenado y convertido en carbono orgánico por diversos ecosistemas, en este caso costeros y marinos, donde destacan particularmente los manglares, pero también los pastos marinos y las macro algas”.
Puntualizó que su importancia se debe a que estos ecosistemas tienen una gran capacidad para almacenar carbono, “en el caso de México tiene una gran cantidad de manglares y de pastos marinos, esto es muy importante y está generando un creciente interés en cuanto a su protección, restauración y gestión de ecosistemas costeros en el marco de las políticas, tanto locales como internacionales de mitigación del cambio climático”.
Los ecosistemas de carbono azul cubren menos de 0.5% de la superficie marina mundial, pero capturan carbono a una tasa anual de dos a cuatro veces mayor que la de los bosques tropicales maduros, y almacenan entre tres y cinco veces más carbono por área; representan más de 50% del total de carbono contenido en sedimentos oceánicos, y en un año absorben una cantidad de carbono equivalente a casi la mitad de las emisiones generadas por el transporte mundial.
Los bonos de carbono azul, además de ayudar a compensar emisiones de CO2 incentivan la restauración, conservación y uso sustentable del ecosistema.
Las declaraciones fueron presentadas dentro del webinar “Análisis jurídico sobre el régimen de propiedad y aprovechamiento de manglares, pastos marinos y macroalgas en México en relación con su capacidad de generar bonos de carbono azul”, en el marco de Climate Week Colombia & México.
En el panel también estuvieron presentes Fernando Ochoa, director y fundador de Defensa Ambiental del Noreste; Anaid Velasco Ramírez, gerente de investigación del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA); y Alejandra Blanco, directora de Servicios Ambientales y Ecosistemas MEXICO2.