Ciudad de México, 08 de agosto, 2022.- El nuevo organismo descentralizado que se encargará de la administración de la cadena de producción del litio en México parece ser otro de los elefantes blancos del sexenio, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la Refinería dos Bocas y el Tren Maya, proyectos en los que hubo muchas aspiraciones, pero al final no tuvieron los resultados planeados, aseguró Miriam Grunstein, especialista en temas energéticos y fundadora de Brilliant Energy Consulting.
En entrevista con Charlando con Arzate Noticias y a casi un mes de que se haga público el nombre de la empresa que será encargada de explorar, extraer y aprovechar el litio, Grunstein cuestionó las incertidumbres al respecto del tema.
De entrada, dijo, la complicación será económica, pues el litio es un área estratégica peculiar un “triunfo político” por la explosión en el uso de baterías en la industria automotriz.
Sin embargo, recordó que el litio no es fácil de extraer porque se extrae de zonas arcillosas y la tecnología no es económica, además la automovilidad eléctrica en México es de elite, entonces ¿en dónde se va a consumir?, ¿para el bien de los más pobres? y, ¿cómo se va a financiar?, cuestionó.
La especialista recomendó al gobierno mexicano regular a las empresas encargadas de explotar los minerales, pero con seguridad industrial, ambiental, responsabilidad social, con beneficio, y sin riesgo para la población, porque el gobierno de México no tiene la experiencia para ser un Estado minero.
De esta forma, la empresa que se encargará de la administración del litio será innecesaria, podría ser un gasto superfluo con el riesgo de descuidar necesidades indispensables como la salud, la vivienda, la luz, afirmó.
Por otro lado, expresó que la creación de esta empresa genera un problema de competencia derivado de la incertidumbre para quien tiene actualmente concesiones, pues siguen a la expectativa de lo que diga el gobierno y si se va a afectar su plan de negocio.
En ese sentido, Grunstein aseguró que el litio en México no es un metal sino una moneda de cambio política. La nueva empresa administradora se tendría que financiar con el riesgo económico de aumentar la deuda.
El riesgo de que no se obtenga producción de litio es alto si se considera que uno de cada 100 indicios de mineralización se llega a convertir en mina, además de que el gobierno no ha dicho de dónde se va a sacar el capital humano, expresó.