Ciudad de México, 05 de julio, 2022.- El pasado viernes 1 de Julio Andrés Manuel López Obrador inauguró la Refinería Olmeca en Dos Bocas Municipio de Paraíso, Tabasco. Tras cortar el listón en la ceremonia de apertura el presidente señaló que era un sueño hecho realidad y que la acción pondrá a México en el camino de la autosuficiencia energética el próximo año.
El gobierno justificó la construcción de la refinería gracias a la caída de la producción de petrolíferos que se dio del 2000 al 2018, señalando que al construir este proyecto se podría alcanzar una soberanía energética gracias a la no dependencia de productos refinados.
No obstante, la construcción de la refinería ha dejado más interrogantes económicas, administrativas y de producción. Pues pese a que se ha inaugurado la producción no se dará hasta el próximo año, además algunos estudios señalan que la construcción del proyecto no ayudará a la sustentabilidad de hidrocarburos.
IMCO propuso cancelarla
Durante el 2019, después de que fuera anunciada, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) propuso cancelar la refinería pues un estudio desarrollado por la misma dependencia indicó que su inversión solo tenía el 2% de posible éxito.
El estudio se realizó generando un modelo financiero de la refinería, el cual sometió a una simulación Montecarlo para estudiar 30 mil escenarios. El análisis modifica los supuestos que determinan los flujos financieros en cada escenario, de acuerdo a los lineamientos establecidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito (Público) SHCP, para evaluar la viabilidad financiera de los proyectos de inversión.
Se tomó en cuenta márgenes de refinación, inversión total, tiempo de construcción y gastos operativos; así el análisis concluyó que en 98% de los escenarios, el proyecto de inversión en la refinería Dos Bocas genera más costos que beneficios. Es decir, reduciría el valor para Pemex.
El IMCO propuso que la mejor acción sería explorar otras opciones para mejorar el abasto en el mercado de gasolina y diésel, como inversiones en logística y almacenamiento de combustibles, así como reasignar los recursos a otras actividades como exploración y producción que incrementasen la viabilidad financiera de Pemex. Pese a esto la realización de la refinería continuó en marcha hasta su reciente inauguración.
Falta de claridad en el presupuesto
La falta de planeación del proyecto ha ocasionado que la construcción de la refinería se enfrente a sobrecostos. La inversión inicial fue alrededor de 160 mil millones de pesos –8 mil millones de dólares–, no obstante el monto final puede ser más elevado.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció, el 24 de junio en su conferencia mañanera, un sobrecosto de entre 3 y 4 mil millones de dólares: lo que representa entre el 38% y 50% más de lo estipulado en el presupuesto original.
Además, hay que tomar en cuenta que el proyecto está siendo realizado por una empresa filial llamada PTI Infraestructura de Desarrollo, la cual no tiene obligaciones de transparencia por lo que no hay información suficiente sobre el proyecto en el Presupuesto de Egresos de la Federación o en la Cuenta Pública.
No hay informes sobre la producción
Unos días antes de la inauguración el IMCO realizó nuevamente un estudio donde señaló que la refinería Dos Bocas no resolverá el problema de abasto de gasolina en el territorio nacional.
La investigación titulada Refinería de Dos Bocas: ¿Hacia un sector energético más competitivo?, también recalcó que el proyecto no iniciará operaciones sino hasta el 2023 y que aunque se planean producir 340 mil barriles diarios de petróleo crudo no existe información pública sobre la producción inicial.
También destacó que no hay análisis costo-beneficio ya que no se conocen los verdaderos costos del proyecto, además las obras fueron iniciadas sin una manifestación de impacto ambiental.
“La eventual entrada en operación de la refinería ‘Olmeca’ será un paso en la dirección contraria de lo que necesita Pemex, el país y el mundo. Asimismo, la refinería se ha desarrollado con una planeación inadecuada, uso ineficiente de recursos públicos, y en un contexto de opacidad que ponen en duda su viabilidad” señaló la investigación.
El futuro de la refinación
También hay que tomar en cuenta el cambio en la transición energética que vive el planeta en la actualidad con la implementación de nuevas energías con menor huella de carbono que no son realizadas a bases de hidrocarburos, donde las necesidades de producción serán distintas.
IHS Markit (proveedor de servicios de información) estima que en 2050 la demanda mundial de productos refinados no rebasará los 75 millones de barriles diarios (MMdb). Según Global Data actualmente la capacidad instalada global asciende a 105.6 MMbd, por lo que la producción disminuirá. Además, IHS Markit estima que los refinadores globales invertirán 150 mil millones de dólares en medidas de descarbonización durante las próximas tres décadas.
Con lo anterior no queremos indicar que desaparecerá esta producción de energía, si no que las empresas refinadoras enfrentan el desafío de adaptarse a este nuevo entorno donde las energías alternativas al petróleo son cada vez mayores.
En México la producción de energías alternativas es de 28% de la producción total según la Asociación Mexicana de Energía Solar (ASOLMEX). Por lo que el mercado no va a desaparecer, pero los jugadores exitosos serán quienes se adapten a las nuevas circunstancias de forma eficiente.
El éxito de los refinadores en los años por venir dependerá de su estrategia de mercado, de su disciplina financiera, del manejo de la cadena de suministro, de la transformación digital y la gestión de talento. Es decir, de su habilidad para adaptarse a un entorno global con avances tecnológicos y menor demanda de combustibles fósiles.
Las refinerías en México
“Pemex Transformación Industrial (PTRI), subsidiaria encargada del negocio de refinación y petroquímica, reportó pérdidas acumuladas por 1.28 billones de pesos entre 2011 y 2021 (un promedio de 116.7 mil millones de pesos de pérdidas anuales). Solo en este último año, PTRI reportó una pérdida de 219.8 mil millones de pesos.
Fue la única subsidiaria que reportó pérdidas brutas; es decir, que los ingresos que obtuvo por la venta de petrolíferos (gasolinas, diésel, combustóleo, entre otros) fueron menores que el costo de los insumos que requirió para su elaboración.”, señaló la investigación de IMCO.
Si consideramos las pérdidas que presenta PTRI por deficiencias operativas seguramente la entrada de la refinería “Olmeca” terminará ocasionando mayores pérdidas para la subsidiaria, agravando la situación financiera de Pemex.
Sumado a esto la refinería no genera ningún cambio estructural que le permita ser más competitiva y la inversión de la misma hace que Pemex tenga menos recursos para financiar otros proyectos con mayor rentabilidad como la exploración y producción de hidrocarburos.
Las deficiencias de la refinería
El mismo estudio antes señalado de IMCO también señalo 3 principales deficiencias que ostenta la refinería:
1) Planeación inadecuada
2) Ejercicio inadecuado de los recursos públicos
3) Opacidad
Señaló que la planeación inadecuada por no contar con un análisis de costo-beneficio, pues no se valoró antes de iniciar su construcción si los beneficios y ganancias estimados durante toda la vida útil del proyecto serían mayores o iguales a sus costos. Del mismo modo, no se valoraron otras alternativas, que pudieran producir mayores beneficios.
Pese a que el presidente señaló la importancia de la ubicación de la refinería en Tabasco al ser un puerto donde llega el petróleo crudo no tomó en cuenta las constantes inundaciones que hay en la zona, ni el impacto ambiental que puede generarse.
De la misma forma la falta de consideración al planear la construcción tuvo una repercusión en el manejo de los recursos públicos pues si bien su inversión inicial era de 8 mil millones de dólares, Bloomberg (compañía estadounidense asesora financiera) estima que su costo total será de entre 16 y 18 mil millones de dólares, es decir más del doble de lo previsto.