Por: María Vival
Ciudad de México, 21 de abril, 2022. La pandemia vino a cambiar el mundo y a acelerar muchas situaciones como la digitalización, por lo que hoy día “Se han roto paradigmas, se ha cambiado la estructura social y, desafortunadamente, nuestra estructura mental no tiene el mismo desarrollo, no se ha acoplado a la nueva realidad”, comentó el Cezar San Popescu, físico, e investigador
Cezar y su esposa Ondina Popescu, son miembros de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia y coautores del método Q11 para resolver problemas complejos en situaciones de alta incertidumbre, así como también autores del Best-Seller “En la mente del líder visionario. Crecimiento sostenido en tiempos de crisis. Cambiando el mindset empresarial”.
Ambos han enfocado sus conocimientos científicos para aplicarlos al crecimiento del ser humano en su trabajo y en su vida personal, por ejemplo, fomentar el liderazgo y elevar la productividad, entendiéndola como los resultados positivos que se obtienen después de varias horas de trabajo.
“La productividad suele sonar aburrida, no así la palabra felicidad, y entre ambas palabras hay una relación directa, incluso hay estudios que comprueban que las personas felices incrementan su productividad seis veces”, indicó Paula Ondina Popescu, Couch empresarial.
Señaló que si una persona quiere cumplir sus sueños, quiere ser feliz, debe incrementar su productividad, porque no es suficiente trabajar por trabajar, sino trabajar teniendo en mente los resultados positivos después de esas horas invertidas. “Productividad significa que haces un trabajo de calidad, y esto es el liderazgo consciente”, comentó Popescu.
“De acuerdo con estudios hechos por Gallup, el 85% de las personas no son felices en su trabajo y en México es la mayor insatisfacción. Además, es importante considerar que la felicidad en el trabajo disminuye en un 51% la rotación laboral, aumenta la retención laboral en un 44% y eleva las ventas en un 37%”, enfatizó el también doctor en Gestión para la Educación en Adultos.
Agregó que la baja productividad en las empresas mexicanas se debe a problemas desde la cabeza, por ello es que trabajan con líderes de alto nivel, empresarios, emprendedores, para inculcar que la calidad viene desde el liderazgo, pero también, que cualquier persona puede jugar ese papel para construir prosperidad.
“El liderazgo consciente se construye por cada persona, y cada una de ellas debe encontrar su solución. Es conocer cuáles son las consecuencias de los pensamientos y de las acciones. Por ello es que los empresarios fracasan. Todos tienen miedo de lo que pueda suceder y eso se nota en la forma en que trabajan, y enfrentan los miedos sólo para sobrevivir, no para producir, y lo más grave es que no se dan cuenta de ello porque no hay un liderazgo consciente desde el comienzo”, señaló Puna Ondina Popescu.
Los investigadores señalaron que esta actitud del mexicano es una programación cultural porque cuanto no tienen nada que perder son los mejores, sin embargo cuando comienzan a ganar no saben cómo manejar el éxito, y dejan de actuar, de liderar, dando como resultado que muchas empresas fracasen en los primeros años.
Señalaron que su método Q11 tiene que ver con el liderazgo, por ello en primer lugar hay que detenerse y pensar en qué se está haciendo, si se está evolucionando y creando prosperidad, o sólo se esta sobreviviendo. En segundo lugar es analizar por dónde se está transitando y qué hacer para que la empresa tenga prosperidad. Tercero, actuar y cuarto es sentir, por dónde vas, como líder, como organismo, son conscientes, les hace bien, ¿están felices?
Estos cuatro pasos, recomiendan, se realicen de manera organizada dándole a cada etapa su debido tiempo ya que de lo contrario se caería nuevamente en el miedo. Por ello su método les permite llevar a la empresa a jugar para ganar, trabajando por equipos y de persona a persona para hacer ese cambio de pensamiento (mindset) y llevar a toda la organización a la prosperidad.
Enfatizaron que cualquiera que sea el problema en la vida, tiene una solución.