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Opinión

Urge terminar violencia en estadios de fútbol para evitar más tragedias

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Sin lugar a dudas, para muchos, el fútbol es más que un deporte, para mí es una pasión que produce emociones, alegrías y tristezas.

Desde que era niño, tuve la ilusión de ser un futbolista profesional, lamentablemente, no lo logre. Sin embargo, siempre que tenía la oportunidad de que me llevaran al estadio a ver un juego de mi equipo preferido, al ingresar y ver el monumental Estadio Azteca, sentía una gran emoción por el ambiente que se vivía y más cuando ganaba el equipo de mis amores, gritar un “gooool” es verdaderamente indescriptible, contrariamente cuando perdía, me llenaba de nostalgia, sin embargo, levantaba la cara y decía “ni modo, así es el futbol ya vendrá la revancha”.

Ahora que tengo mi familia, me gusta llevarlos al estadio a disfrutar de las emociones que nos da el futbol, gritar, cantar, aplaudir, brincar, festejar, desde luego, respetando siempre a los demás para evitar cualquier tipo de problema que nos pongan en riesgo, desafortunadamente nos ha tocado de todo un poco, aficionados embrutecidos por el alcohol y otros enfurecidos porque perdió su equipo y agreden verbal y físicamente a otros, afortunadamente no nos ha pasado nada que lamentar.

El fútbol es más que correr con un balón pegado al pie durante noventa minutos o más de un lado a otro en la cancha, para mí, es un compromiso, una forma de vida, porque se requiere jugarlo con la cabeza fría y practicarlo con los pies bien calientes, tener buena actitud, entrega, disciplina, dar el todo por el todo y jugar con el corazón.

El fútbol es único porque hay que tener técnica para realizar grandes jugadas como una finta, la bicicleta, la chilena, la palomita, el escorpión, la cuauhtemiña, el sombrerito, un pase de taquito, de cabeza, de rabona, matarla con el pecho, recorrer la banda y hacer una gambeta, en fin, muchas cosas que lo hacen único y diferente.

Pero lo más valioso del fútbol es cuando los jugadores defienden su camiseta con amor, dedicación y entrega, ya que les da un sentido de pertenencia que los identifica y los une como equipo, no como algunos que solamente buscan lo económico.

El fútbol te enseña a defender a un compañero cuando le cometen una falta, a darle ánimos al que falló un penal, a motivar a quien perdió las esperanzas de ganar y continuar, pero, sobre todo, te enseña a comunicarte y a trabajar en equipo.

Desafortunadamente no todo en el futbol es bueno, ya que existen acciones que lo manchan hasta con sangre y todo porque se generan pasiones negativas como las que, a lo largo de la historia del fútbol a nivel mundial hemos visto, esas escenas de mucha violencia en la cancha entre los integrantes de los dos equipos o en las calles y en las gradas entre los “aficionados”.

Como antecedentes trágicos a nivel nacional e internacional tenemos los siguientes acontecimientos:

1.- El 6 de noviembre de 1955, en la Ciudad de Nápoles Italia, se llevó a cabo el juego entre el Napoli contra el Bologna. Al minuto 90 con el partido 3–2 a favor del Napoli, el árbitro marcó un penalti para el equipo visitante que volvió furiosos a los aficionados locales y comenzaron con una guerra campal que dejó los lamentables números de 152 muertos, de los cuales 50 eran policías locales.

 2.- El 29 de mayo de 1985, en el Estadio de Heysel, Bruselas, Bélgica, se llevó a cabo el encuentro entre la Juventus y el Liverpool F.C., en el cual, lamentablemente se generaron actos de violencia por parte de los hooligans ingleses que terminaron en una avalancha, por lo cual se le conoce como la Tragedia de Heysel, ya que como resultado hubo 39 muertos y 600 heridos.

3.- El 17 de agosto de 2019, en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, en la Ciudad de Tegucigalpa, Honduras, se enfrentaron los equipos de Olimpia contra Motagua, en el transcurso del juego se produce una riña entre las barras de ambos equipos, lo cual dejó como resultado 4 muertos y 7 heridos.

4.-En la semifinal del torneo de 1983, se llevó a cabo el partido de vuelta en el Estadio Azteca, entre el América y las Chivas del Guadalajara. El visitante había perdido en el partido de ida, por lo cual en el de vuelta comenzaron a provocar con entradas duras hacia los jugadores del América, lo que provocó expulsiones y después de que las Chivas dieron la vuelta al marcador, se inició una tremenda trifulca, la cual posteriormente se trasladó a las tribunas y a las afueras del coloso de Santa Úrsula.

5.- En 1985, el Necaxa visita al Zacatepec, en el estadio “Coruco Díaz”, en el Municipio de Zacatepec, Morelos, se disputaron un partido por el no descenso, al término del partido el Necaxa ganó 1-0 por lo que se inició una batalla campal entre los jugadores y posteriormente los aficionados comenzaron a pelearse e hicieron destrozos en el inmueble.

6.- En 1997, durante un encuentro amistoso entre el equipo de Toros Neza contra la Selección de Jamaica, después de varias entradas fuertes se desato una riña en la que hubo varios jugadores lesionados.

7.- En el torneo de Clausura 2011, se produce una tremenda bronca entre el Morelia y Cruz Azul, cuando el local ganaba 3-0, todo inicio cuando el portero del Cruz Azul, Jesús Corona, agrede al preparador físico del equipo de Morelia.

8.- Durante el Clásico tapatío en la liguilla del torneo del 2015, los aficionados del Atlas ingresaron a la cancha para agredir a los jugadores después de ir perdiendo 4-1.

9.- En el torneo de Clausura del 2016, se jugó el partido del Club Santos de Torreón contra los Tigres de Nuevo León, en el estadio del Santos, al finalizar el partido con el marcador de 2-1 a favor del equipo local, un grupo de aficionados de ambos equipos comenzaron a agredirse con diversos objetos, entre ellos, butacas, tambos, palos, etcétera, dicha riña arrojó 22 detenidos por las lesiones y daños al inmueble.

10.- Unas horas antes de que se jugara el Clásico Regio del 2019, en las calles aledañas al estadio del equipo del Monterrey, aficionados de los Tigres y del Monterrey, se generó una pelea entre los aficionados con saldo de varios heridos y la trágica escena de un automovilista atropellando a varias personas.

Como podemos ver, el fútbol no es esto, el fútbol no es lágrimas de dolor o de miedo y mucho menos de sangre, como lo que vimos el pasado sábado en el estadio la Corregidora, cuando se enfrentaron el equipo de Querétaro y el Atlas, el juego estaba en el minuto 63´, cuando de pronto se inició la agresión entre los aficionados de ambos equipos, misma que no pudo ser controlada por la poca seguridad que había y que trajo como consecuencia un día de shock, ya que ver hombres, mujeres y niños corriendo, huyendo para esconderse y no ser agredidos por unos sujetos que estaban fuera de control, muchas familias con mucho miedo quedaron atrapadas en un túnel del estadio para no ser agredidas, viendo como la gente corría ensangrentada, llorando, tirada en el suelo mientras era pateada en la cabeza por varios sujetos.

Es inaudito que habiendo elementos de seguridad no prestaran auxilio a todas aquellas personas que lo solicitaban para evitar ser agredidas, solamente observaban y se hacían a un lado. Las autoridades confirmaron el saldo de 26 personas heridas, algunos dicen que hubo muertos, todavía no se sabe que es lo que realmente pasó.   

Es urgente que las autoridades estatales y federales, los directivos de la liga MX, dueños de los equipos de futbol y la sociedad en general, lleven a cabo las estrategias necesarias para garantizar la seguridad dentro y fuera de los estadios con la finalidad de erradicar la violencia que hemos vivido en un deporte de trascendencia mundial, ya que no podemos permitir que una actividad deportiva termine nuevamente en tragedia, es verdaderamente indignante y reprochable que sigamos en un estado de violencia que mancha la imagen no solo del deportista, sino del mundo entero.

El futbol se vive con pasión, sí, pero debe inspirar a los jóvenes, mover masas, llenar estadios, y conmover multitudes, nunca debe faltar la motivación ya que es la que ayuda a disfrutar todo lo que hagas en la cancha.

Una cancha, noventa minutos, un balón rodando y muchos corazones latiendo al mismo ritmo… somos un EQUIPO (Anónimo).

*Foto tomada de Internet

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Opinión

Presidenta, lejos de construir nuevos liderazgos en el país

*** Por Miguel Ángel Romero

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El tablero en el que la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, mueve sus fichas no solo es complejo, sino que ella no lo diseñó y muchas de las piezas que supuestamente debería poder usar y habilitar no responden a ella. Parece una natural consecuencia ante el elefante en la sala del cual nadie habla: para muchos actores políticos su legitimidad es de papel.

Los 36 millones de votos que obtuvo en la pasada elección son vistos como una consecuencia inercial y un reflejo del capital político que sí construyó el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Por lo tanto, no son de ella, son prestados y el “respaldo” puede dejar de serlo o cambiar de sentido de ser necesario.

Bajo esa premisa, es totalmente entendible que la postura del partido Morena -que fue el vehículo para llevarla al poder- busque lucir con independencia al gobierno. La “institucionalización” del movimiento que fundó AMLO no pasa por respaldar incondicionalmente a quien hoy habita en Palacio Nacional, sino que corre de manera paralela con una estrategia de creación de cuadros y militancia que funcionará más como contrapeso que como soporte. Sheinbaum estará lejos de poder construir o impulsar nuevos liderazgos en todo el país.

Al menos, así lo dejó entrever Luisa María Alcalde en entrevista que le dio a El País en donde disfraza esa “sana distancia” entre el partido y la mandataria como una táctica para no caer supuestamente en los vicios que instauró el PRI cuando fue hegemónico, tal como ahora lo es Morena. El hijo del ex presidente AMLO, Andy López, (señalado por corrupción) como protagonista en las decisiones del instituto político que recibirá en 2025 más de 2 mil 500 millones de pesos de dinero público.

Otras pruebas de que el régimen se endurece sin el liderazgo de la presidenta son la reforma judicial, la incorporación de la Guardia Nacional al Ejército, la ratificación de Rosario Piedra al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para complacer a los militares, así como la próxima eliminación de órganos autónomos constitucionales; a lo que se le suma que en la Ciudad de México, de donde salió y no logró imponer a Omar García Harfuch como Jefe de Gobierno y en vez de él se le instaló un dique más con Clara Brugada.

En el control de crisis y para no lucir lastimada, Sheinbaum está siendo orillada a abrazar determinaciones que están lejos de su alcance, y sobre, todo de su convicción. La próxima jugada en el tablero que podría continuar exhibiendo su poco margen maniobra será la definición del titular de la Fiscalía General de la CDMX, una posición clave, en donde todo indica será ungida Betha Alcalde Luján; es decir, se suma una figura de contención al tablero.

En el Congreso de la Unión, la presidenta tiene que lidiar con dos personajes que mantienen una franca e incluso grosera independencia de ella. Sirven al régimen (personificado en AMLO) pero no a la ahora inquilina de Palacio Nacional.

Adán Augusto en el Senado y Ricardo Monreal desde la Cámara de Diputados quienes, para cuidar y proteger su propio espectro de poder, alientan y promueven -de manera velada- la narrativa que Sheinbaum no guarda mayor capital político y que el título de presidenta es un membrete que no tiene mayor incidencia en el ámbito legislativo, un espacio en el que ellos dan continuidad a la agenda que marcó AMLO, como la eliminación de órganos autónomos, y desde donde incluso se aventuran a abrir nuevas discusiones, como lo es una reforma fiscal que, si bien luce necesaria, la presidenta se comprometió a no llevarla a cabo.

Es muy temprano para asegurar que esta tendencia continuará pero a escaso mes y medio en el poder queda claro que todos los actores políticos y piezas en el tablero que supuestamente deberían estar en sintonía con la presidenta están hoy en día funcionando como un contrapeso: una definición por sí misma problemática ya que, de momento, no parece haber incentivos para que todos esos diques y muros diseñados por AMLO para heredar su poder, quieran moverse o busquen la colaboración con Claudia Sheinbaum. Y, por el contrario, sí existen estímulos para que cada uno de ellos busque acotar y restringir a Sheinbaum: conservar su parcela de poder.

La presidenta no está feliz. Ha usado a sus voceros y propagandistas en medios de comunicación para, por lo menos, poner de manifiesto que muchas de las acciones que están endureciendo el régimen no las comparte, ya sea por la forma o por el fondo. Una proyección lógica a mediano plazo es que ambas visiones choquen: el andamiaje construido por AMLO versus el que busque instalar Sheinbaum.

Será interesante ver si el argumento que todos utilizan para maltratar a la presidenta se mantiene. ¿Hasta dónde podrá usar la legitimidad prestada para construir la propia? El problema no es menor y no se constriñe a ella, sino también a la forma en cómo los ciudadanos vamos a padecer ese natural encontronazo.

*** Miguel Ángel Romero: Analista y consultor político. Por más de 12 años, creador de estrategias de comunicación para el sector público y privado. Licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM y maestro en gobierno por el Instituto Ortega y Gasset. Observador del uso de las nuevas tecnologías y su impacto en la democracia.
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Hoy, día clave para las relaciones México-EU. UU.

***Miguel Ángel Romero Ramírez

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La agenda binacional, de por lo menos los próximos 6 años, entre México y Estados Unidos tiene en este martes 5 de noviembre un día clave. Mientras concluyen las elecciones estadounidenses que podrían llevar de vuelta a Donald Trump a la Casa Blanca; en México, la Suprema Corte analiza el proyecto que podría frenar parcialmente el esfuerzo del oficialismo -ahora, con Claudia Sheinbaum a la cabeza- para romper el equilibrio entre poderes y así provocar una crisis constitucional sin precedentes. Sucesos históricos que traerán consigo profundas consecuencias.

A medida que ambos casos se desarrollan, vale la pena revisar cómo estos líderes, aunque desde espectros ideológicos distintos, mantienen similitudes que colocan en una franca desventaja a la región. Se trata de coincidencias enmarcadas en el manual del populismo que encuentra, cada vez más, espacio y margen de tracción derivado de un desencanto de los ciudadanos por un sistema democrático.

En lo que respecta a concentración de poder, ambos la buscan a partir de la figura del “pueblo” entendida esta como la imagen que los habilita y “autoriza” para cuestionar e ignorar las normas establecidas con la finalidad de acatar dicha “voluntad”.

Mientras Trump se presenta como una figura antisistema que “realmente” escucha al pueblo, Sheinbaum coloca como piedra angular de la reforma judicial, los 36 millones de votos obtenidos en las urnas para intentar instalar la falacia de que dicho resultado la autoriza y habilita para emprender cualquier acción, aunque estas vayan en contra de los principios democráticos.

Los líderes populistas tienden a dividir a la sociedad en “el pueblo” y “los otros”, generalmente representados como élites corruptas o adversarios. Trump se posiciona como el defensor de los “americanos reales” frente a una élite que presuntamente los menosprecia, consolidando una base leal que ve en sus enemigos los obstáculos al progreso.

Sheinbaum, también polariza al referirse a los opositores de la reforma judicial como “conservadores” que buscan frenar el cambio, estableciendo una división que genera desconfianza hacia quienes no comparten su peligroso proyecto de romper el orden constitucional mexicano.

Ambos comparten una estrategia de deslegitimación de sus detractores. Trump acusa a los medios y a los demócratas de conspirar en su contra, sugiriendo incluso que sus derrotas son producto de fraudes, lo que mina la confianza en las instituciones democráticas. Sheinbaum etiqueta a medios críticos como “conservadores” y denosta en sus conferencias a todo aquel sector o grupo de la sociedad que no comparte sus ideales autoritarios.

La oferta de soluciones simples y rápidas a problemas complejos es otra táctica común. Trump promete construir muros y negociar tratados, presentando estos temas complejos como resolubles por él solo. Sheinbaum, por su parte, promete una transformación radical en México, promoviendo la una reforma judicial que, como han admitido incluso sus propios asesores como el ex Ministro Arturo Zaldívar, no resuelve de fondo la impunidad que prevalece la sociedad mexicana porque su objetivo primordial es cooptar y eliminar un contrapeso esencial que establece un régimen democrático.

El control de la narrativa pública también distingue a los populistas. Trump empleó redes sociales, especialmente Twitter, para difundir sus mensajes sin mediadores, presentándose como el defensor de los “estadounidenses olvidados” y desacreditando a los medios como “fake news”. Sheinbaum utiliza el poderoso andamiaje de propaganda digital heredado de López Obrador para instalar como culpable de la crisis constitucional a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que lo único que ha hecho es ejercer su natural papel de contrapeso.

Cabe destacar que la seducción de las mayorías por este tipo de liderazgos no es fortuita y no se limita a la región de Norteamérica. El virus del populismo tiene como un componente de efectividad en su propagación a sociedades desilusionadas porque no han encontrado respuestas puntuales a sus demandas. La generalizada mediocridad de la clase política gobernante ha tenido como una de las principales consecuencias el ensanchamiento de la brecha de desigualdad; y es ahí, en ese espacio en el que los líderes populistas encuentran margen de maniobra para capitalizar el resentimiento y el enojo.

La advertencia, en ambos casos, es que el poder concentrado en manos de una sola figura, en detrimento de la independencia de instituciones clave como el poder judicial, suele conducir a dinámicas autoritarias, donde la justicia se convierte en un mecanismo de persecución o protección de ciertos intereses.

La ansiedad binacional por lo que ocurra este martes en ambos lados del Río Bravo crece, y no es para menos, pues las consecuencias futuras pueden ser profundas y devastadoras tanto para la sociedad mexicana como para la estadounidense.

Miguel Ángel Romero: Analista y consultor político. Por más de 12 años, creador de estrategias de comunicación para el sector público y privado. Licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM y maestro en gobierno por el Instituto Ortega y Gasset. Observador del uso de las nuevas tecnologías y su impacto en la democracia.
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La narrativa del miedo y cómo la violencia se convierte en control

***Alejandro Gamboa C.

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La violencia no es sólo un acto físico. En los últimos años he observado algo nada nuevo pero que vale la pena volverlo a señalar: cómo se convierte la violencia en una herramienta política, un espectáculo mediático cuyo propósito principal es sembrar el miedo.

En América Latina, los medios de comunicación y los grupos de poder han sabido jugar con este temor, manipulando la realidad para mantener sociedades controladas y sumisas.

El caso de Colombia es emblemático. Durante décadas, el conflicto armado ha dominado los titulares de los periódicos, especialmente en las zonas rurales. En el interior de esas noticias no siempre se cuenta el contexto completo. Se muestran los actos de violencia de manera aislada, creando una narrativa que, en lugar de buscar soluciones, alimenta la percepción de que la violencia es inevitable. Esta representación ha ayudado a crear una cultura donde el miedo no solo paraliza, sino que normaliza lo inaceptable​

Este enfoque fragmentado es una herramienta efectiva para evitar conversaciones profundas sobre las raíces de los conflictos.

En México, el narcotráfico ha aprovechado esta capacidad mediática para construir su propio discurso de poder. Los cárteles han adoptado la violencia como un mensaje, transformando sus crímenes en espectáculos diseñados para infundir pavor. La brutalidad, captada por las cámaras y luego transmitida masivamente, contribuye a una atmósfera de inseguridad que afecta a la población, generando el terror necesario para mantener su dominio​

Los medios, principalmente comerciales de comunicación, al difundir estas imágenes, se convierten en amplificadores de la estrategia del miedo, tal vez sin intencionalidad (o tal vez sí), pero definitivamente con consecuencias devastadoras.

Lo más alarmante es que esta misma estrategia no se limita a grupos armados. Gobiernos en la región han aprendido a manipular el miedo para justificar acciones que atentan contra las libertades civiles.

En Argentina y Chile, durante las dictaduras, los gobiernos militares utilizaron la violencia del estado como una herramienta silenciosa, apoyados en una narrativa mediática que presentaba a los opositores como enemigos peligrosos. El miedo era la llave para mantener a la sociedad bajo control y aceptar lo inaceptable​.

El uso del miedo también se ha modernizado. En la era de la información instantánea, las redes sociales han demostrado ser un campo fértil para la difusión de noticias que influyen en el comportamiento social.

Durante la pandemia de COVID-19, el miedo al virus fue exacerbado por la sobreexposición a la información, creando ansiedad y pánico en la población. Las redes, que amplifican el contenido que genera más emociones, mostraron lo peligrosas que pueden ser como vehículo del miedo​

La violencia en nuestro país ha sido amplificada y convertida en espectáculo por los medios de comunicación comerciales, donde las noticias sensacionalistas y el uso de narrativas melodramáticas capturan la atención de las audiencias y mantienen a los espectadores en un ciclo constante de entretenimiento morboso.

Un claro ejemplo de esta construcción de narrativas fue el uso de recreaciones de crímenes y eventos violentos en cine y televisión durante el México posrevolucionario. Películas como El automóvil gris (1919) y La banda del automóvil (también de 1919) dramatizaban la violencia real o la mezclaban con escenas ficcionadas, convirtiendo los crímenes en espectáculos visuales destinados a generar impacto emocional y captar el interés de la audiencia.

Estas producciones, que mezclaban documental y ficción, ayudaban a los medios a construir una visión sensacionalista de la criminalidad y el peligro en la vida cotidiana.

Actualmente, este enfoque no solo persiste, sino que se refuerza en programas de noticias, series y reality shows que explotan crímenes y actos violentos. Muchos de estos contenidos incluyen escenas re-creadas, manipuladas o narradas de manera sensacionalista para maximizar la respuesta emocional de los espectadores.

Esta exposición intensiva a imágenes y relatos violentos fomenta una percepción desproporcionada de inseguridad y una especie de fascinación morbosa, lo que contribuye a un estado de vigilancia constante en la población, atrapándola en un ciclo de consumo de violencia como entretenimiento.

Este fenómeno convierte a los espectadores en participantes involuntarios de un espectáculo que perpetúa el miedo y la desconfianza en el entorno social, manteniéndolos enganchados en un contexto donde la violencia no es solo una realidad, sino un producto de consumo continuo que define y refuerza la visión del mundo de quienes lo observan.

Debemos cuestionar el rol de los medios en nuestra percepción del miedo. ¿Hasta qué punto somos partícipes involuntarios de esta maquinaria de terror? ¿Estamos consumiendo noticias que informan o que manipulan nuestras emociones? La violencia es real, pero su representación a menudo es un reflejo distorsionado con fines oscuros.

Es momento de que dejemos de ser víctimas de estas narrativas y recuperemos nuestra capacidad crítica. No podemos permitir que el miedo siga siendo el arma favorita de quienes desean mantenernos sometidos. La violencia no solo deja marcas físicas; deja cicatrices profundas en nuestra percepción de la realidad. Pero lo más disruptivo es que el miedo, ese enemigo invisible, puede que sea más peligroso que el mismo acto violento.

***Alejandro Gamboa C. Licenciado en periodismo con estudios en Ciencia Política y Administración Pública (UNAM) Enfocado a las comunicaciones corporativas. Colaboró como co editor Diario Reforma. En temas de ciencia y comunicación en Milenio y otros medios digitales. Cuenta con 15 años dedicado a las Relaciones Públicas. Ha colaborado en la fundación de la Agencia Umbrella RP. Ha realizado trabajos como corrector de estilo, creador de contenidos y algunas colaboraciones como profesor en escuelas locales.

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