El Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso, surge el 22 de noviembre de 2019, durante la Conferencia General de la UNESCO, en la Resolución 40 C/91, en la cual se decide declarar el primer jueves de noviembre de cada año. Con esta declaración se busca acabar con la violencia que afecta a la población infantil a nivel mundial y que llega a provocar serios problemas psicológicos en las víctimas.
Para entender un poco más el tema, es importante saber que el acoso escolar también conocido como bullying, es un hostigamiento permanente de una o más personas hacia un estudiante, donde se producen agresiones verbales y físicas.
Lamentablemente, este problema ha venido en aumento en los últimos años, por lo que muchos niños y jóvenes son víctimas de estas conductas y, sí no se detectan a tiempo, pueden tener consecuencias muy lamentables, inclusive poner en riesgo sus vidas.
Ahora bien, el problema del ciberacoso también ha crecido a nivel mundial, ya que esto ocurre a través del internet mediante una computadora, un teléfono celular y otros medios tecnológicos, por lo que muchos niños, adolescentes, su núcleo familiar y social sufren a diario el maltrato psicológico por parte de sus propios compañeros.
Además del daño físico y emocional que provoca todo este tipo de violencia, quienes viven en esas condiciones corren el riesgo de aprender a reaccionar de manera más violenta, pueden llegar a acostumbrarse a ella y a creer que es parte de la vida diaria ser maltratado, ofender a los demás o causarles cualquier tipo de daño.
Es por ello que, debemos de trabajar con los niños y adolescentes desde antes de que aprendan a reaccionar con violencia, toda vez que también se puede implementar para convivir de manera respetuosa y resolver los conflictos utilizando la mediación mediante el diálogo, esto nos dará la oportunidad de prevenir y evitar la violencia, ya que se puede aprender a reconocerla y comprender que nadie debe maltratar ni ser maltratado.
Ante esta terrible situación, tenemos que saber qué hacer para darle herramientas a nuestros niños y jóvenes para enfrentarse a la vida, las cuales le permitan defenderse ante situaciones que a los padres, familiares y maestros se les escapa de las manos.
En este sentido, una vez que el niño inicia la etapa escolar, es tarea de los padres y de los profesores, fortalecer su personalidad y para ello es muy importante que tengan como base fundamental una educación en valores, tales como la autoestima, la voluntad, la sinceridad, la empatía, la honestidad, la amistad, entre otros. Los hijos son el reflejo de los padres por eso reconocemos que es en el hogar donde aprenden a convivir y a comportarse de acuerdo a ciertos valores que la familia le ha transmitido.
Sabemos que, desafortunadamente existen muchos niños y jóvenes que sufren violencia en sus hogares, por lo tanto, replican esos mismos comportamientos entre sus pares, ya sea en la escuela o en su entorno social. También existen agentes externos como la televisión, el internet, el cine y los videojuegos, que transmiten mensajes negativos y que contribuyen a reforzar conductas inapropiadas, que terminan por debilitar o destruir la mente de los más vulnerables, en este caso, la de los niños y adolescentes.
Pero la familia no es la única responsable de formar a los niños y las niñas para que desarrollen su potencial y puedan ser personas de bien, sin lugar a dudas, la familia y la escuela comparten la responsabilidad de educar a la población infantil, por ello, es importante que se unan esfuerzos para prevenir y corregir las faltas de respeto y el comportamiento violento de niñas, niños y adolescentes.
Asimismo, para poder detectar y atender los problemas de indisciplina y cualquier otra forma de violencia, la familia debe colaborar directamente con la escuela de sus hijos y participar en las diferentes actividades que se programen para resolver todas las formas de violencia que existen entre los niños y adolescentes.
A lo antes mencionado, puedo citar como ejemplo, lo dicho por José Mujica, a saber:
“Padres:
En la casa se aprende a:
Saludar, dar las gracias, ser limpio, ser honesto, ser puntual, ser correcto, hablar bien, no decir groserías, respetar a los semejantes, ser solidarios, comer con la boca cerrada, no robar, no mentir, cuidar la propiedad y la propiedad ajena, ser organizado.
En la escuela se aprende:
Matemáticas, castellano, ciencias, estudios sociales, inglés, geometría y se refuerzan los valores que los Padres y Madres han inculcado en sus hijos”.
Así mismo, se puede agregar lo dicho por Paulo Freire:
“Es en el hogar y en la escuela donde se consolida la personalidad de cada uno(a), pues tienen y deben unir sus roles y misión para moldear un(a) nuevo(a) ciudadano(a) “en proceso de permanente liberación”.
Dicho lo anterior, considero necesario que se deben llevar a cabo diversas acciones por parte de todos los sectores involucrados, es decir, de los gobiernos, organismos internacionales, profesionales en el área educativa, sociedad de padres y a la comunidad en general para garantizar una educación de calidad, que dignifique al ser humano, que sea inclusiva y donde se respeten los derechos de las personas.
De esta manera, estoy seguro que podemos tener un mundo mejor, ya que todos estamos obligados a formar hombres y mujeres con valores para garantizar el respeto a la vida de sus semejantes, así estaremos ante una sociedad sana, pacífica y más humana.
Es importante saber que las víctimas del acoso escolar pueden sentirse deprimidos o ansiosos, si es el caso, lo primero que hay que hacer es escucharlos todo el tiempo sin criticarlos ni ignorarlos, se les tiene que hacer ver lo valioso que son y que si son agredidos por otra u otras personas, todo tiene solución llevando a cabo diversas estrategias, entre ellas, buscar ayuda con un profesional de la salud mental, como por ejemplo, un psicólogo, ya que éste puede ayudarle a crear resiliencia y confianza en sí mismo, además tendrá la posibilidad de ser más exitoso tanto en el aspecto social como en el académico.
“El niño maltratado en el colegio también puede crecer, superar otros problemas y llegar a tener éxito”. (Bertrand Regader)