Ciudad de México, 2 de agosto de 2020.- La emergencia sanitaria nos ha llevado a estar en confinamiento y a reforzar las medidas sanitarias, pero más que eso, nos ha hecho ver lo vulnerables que puede ser nuestro organismo a virus y bacterias, en las circunstancias actuales, nos hemos convertido en una sociedad más consciente de la salud y nos hemos dado cuenta de que nuestro sistema inmunológico se ha convertido en la máxima prioridad.
Es por ello que la mejor estrategia para evitar el ingreso al cuerpo de virus y bacterias, es fortalecer el sistema inmune y, como la palabra lo dice, los inmunosupresores son los encargados de aumentar la capacidad de combatir infecciones y enfermedades, y además de controlar todo el estado general del cuerpo, juega un papel de interacción con la buena salud bucal y mental.
El uso de inmunoestimulantes permite actuar de manera más rápida en los cuadros infecciosos, previene de recurrencias, incluye para un menor requerimiento de fármacos cuando se presenta la enfermedad y permite una recuperación más rápida.
Los inmunoestimulantes como Adimod (pidotimod) tienen una acción preventiva reforzando el sistema respiratorio ante diferentes tipos de virus (como el coronavirus), bacterias y hongos, rechazando la probabilidad de infecciones respiratorias, actúa tanto en la respuesta adaptativa como en la innata con la finalidad de inducir maduración de distintas líneas celulares que usualmente se encuentran deficientes en los procesos infecciosos.
Nuestro sistema inmunológico es una red de órganos, células y moléculas que no solo combate las infecciones, sino que también mantiene un registro o memoria de cada microbio (virus, bacterias, hongos, parásitos, etc.) al que haya derrotado. Esto significa que tiene la capacidad de reconocerlos y destruirlos rápidamente si accede nuevamente al cuerpo.
Mantener la salud bucal para evitar contagios de COVID-19
El estado que mantiene el sistema inmune también se refleja en la boca, por lo que hay que vigilar “si hay cambios importantes en la flora normal yaque puede condicionar enfermedad en todo el organismo”, puntualizó la Dra. Mayra S. Torres Altamirano, odontóloga, estomatóloga pediatra de API.
Durante los primeros días de la infección por el coronavirus éste se concentra especialmente en nariz, boca, garganta y laringe, lo que explicaría la alta capacidad de contagio del COVID-19 ya que el paciente puede expulsar virus a niveles altos por la boca
Debido a lo anterior, la boca es el sitio primario donde se aloja el nuevo coronavirus, por lo que su aseo es sustancial.
Las enfermedades mentales también debilitan nuestro cuerpo
El confinamiento también ha ocasionado que factores como el aislamiento, estrés, la ansiedad, un estado emocional negativo o depresivo o la falta de sueño, resulten abrumadores y generen emociones fuertes y puedan debilitar las defensas de el organismo, aumentando con esto la susceptibilidad a enfermedades inflamatorias e infecciosas.
Se puede fortalecer el sistema inmunológico con una buena alimentación, ejercicio saludable, una buena higiene bucal, una correcta aplicación de vacunas y mediante la utilización de inmunoestimulantes que servirán para protegerlo de peligros, no solo relacionados con el coronavirus, sino también contra otras enfermedades.