En México, siempre ha sido importante que se cumpla con la capacitación de manera profesional a la Policía en todos sus niveles (federal, estatal y municipal), con la finalidad de que su actuación sea científica y moderna para ejercer funciones preventivas e intervenir como primer respondiente en la investigación de los delitos que atentan contra los intereses jurídicos de la sociedad.
Percibo a la policía como una institución organizada por el Estado, para la defensa del orden y la seguridad, ya que la definición de policía en el Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, Tomo XVI, New York, W. M. Jackson, página 918, a la letra dice:
“…La palabra policía viene del latín politia y del griego politela, es decir, el buen orden que se observa y guarda en las ciudades y repúblicas, cumpliéndose las leyes u ordenanzas para su mejor gobierno”.
Asimismo, Jame T. Young, citado por Colín Sánchez, Guillermo, en Derecho Mexicano de Procedimientos Penales, Décimo primera edición, México, Porrúa, 1989, página 180, define a la policía como:
“…la autoridad del Estado para salvaguardar la salud, la comodidad, la seguridad y bienestar de su pueblo, agregando que es una autoridad para regular y proteger”.
En lo que respecta a la capacitación, es el conjunto de actividades didácticas, orientadas a ampliar los conocimientos, habilidades y aptitudes de cualquier persona.
Además, la capacitación permite tener un mejor desempeño en sus actividades presentes y futuras, ya que emplea técnicas especializadas y planificadas para obtener los conocimientos y habilidades necesarias para incrementar su eficacia en el logro de los objetivos previstos.
De esta manera, puedo aducir que la capacitación no se debe de ver como un gasto, ya que es la mejor inversión que se puede hacer en cualquier ámbito.
Es importante que cualquier persona que quiera formar parte de las diferentes corporaciones policiales se someta al proceso de reclutamiento y selección para su ingreso; asimismo, deberá de acreditar exámenes de control de confianza, ya que este proceso de evaluación fortalece la credibilidad, eficacia y operatividad en las instituciones de seguridad, de conformidad con la normatividad, procedimientos, objetivos y funciones aplicables en cada institución.
Dichas evaluaciones consisten en la aplicación de exámenes como: el polígrafo, conocido también como el detector de mentiras, el socioeconómico, psicológico, psicométrico, médico, toxicológico, de voz, huellas y visita domiciliaria. De esta manera y una vez que ya haya ingresado a la corporación, deberá de cumplir con una capacitación acorde y apegada a los programas de profesionalización por competencias.
Pero no solamente el personal de nuevo ingreso deberá de capacitarse, todo el personal en activo tiene que participar en cualquier tipo de capacitación profesional con la finalidad de que, en sus labores diarias, logre mejores resultados.
Considero oportuno mencionar que además de la constante capacitación que debe de tener el policía, también se debe regir por el Servicio Profesional de Carrera Policial, bajo un esquema de procesos de reclutamiento, selección, capacitación profesional y científica.
De esta manera puedo deducir que la Policía podrá contar con la herramienta necesaria para llevar a cabo tareas de prevención e investigación con una adecuada técnica-científica para combatir la delincuencia de una manera mucho más eficiente.
Asimismo, quiero destacar la importancia de contar con adecuadas instalaciones para la capacitación y desarrollo de los programas diseñados para cada una de las diversas actividades, como, por ejemplo: práctica de dispositivos policiales, armamento y tiro, pista de reacción y atletismo, entre otras más.
Aunado a lo anterior, es de vital importancia implementar más y mejores acciones que conlleven a una buena calidad de vida del policía y de su familia, incrementando el salario de acuerdo a su perfil y riesgo de trabajo, establecer un sistema de seguridad social para los casos en que éste fallezca o sufra de alguna incapacidad total o parcial, temporal o permanente, sea o no, en el cumplimiento de su deber.
“Cualquier persona que deja de aprender es viejo, ya sea a los veinte u ochenta. Cualquier persona que sigue aprendiendo se mantiene joven. La cosa más grande en la vida es mantener la mente joven”.
Henry Ford