Zacatecas, Zacatecas, 1 de julio de 2020. Con la reactivación a la nueva normalidad, Zacatecas se presenta como una opción para el turismo religioso por sus impactantes templos e iglesias que son expresiones de fe y que dan cuenta de la herencia virreinal y de la riqueza arquitectónica que resguarda el estado.
El recorrido por las principales iglesias puede iniciar en el Santuario de Plateros, que se ubica a 45 minutos de la capital zacatecana y a 15 minutos de Fresnillo. Dedicado a la adoración del Santo Niño de Atocha, es el tercer templo más visitado del país, solo superado por la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, y San Juan de los Lagos, en Jalisco. Se calcula que anualmente acuden más de dos millones de fieles.
Con un estilo arquitectónico barroco popular, fue construido hace más de 200 años, periodo en el que ha acumulado miles de peticiones y milagros que se registran en las paredes del patio y varias salas al interior que se encuentran cubiertas de exvotos en los que se leen breves historias con testimonios de fe. Se muestran también objetos como fotografías, cartas, ropa, y hasta mechones de cabello en agradecimiento al Santo Niño de Plateros.
Sombrerete es uno de los seis Pueblos Mágicos de Zacatecas, ubicado al norte del estado, el cual alberga 10 santuarios de la época virreinal.
Uno de los más impresionantes es la Capilla de la Santa Veracruz, una iglesia construida en el siglo XVI, su retablo es totalmente dorado y al interior no hay bancas, sino 135 criptas cubiertas por gruesas lápidas de madera en donde se encuentran niños, mujeres, hombres y ancianos de identidad desconocida.
En la capital zacatecana, declarada Patrimonio de la Humanidad, se encuentran un sinfín de iglesias y capillas que dan testimonio de la riqueza cultural e histórica que se vive en cada rincón de la ciudad.
Dedicada a la Virgen de la Asunción, la Catedral es una de las postales más emblemáticas del estado y uno de los puntos más visitados debido a su impactante belleza. Construida en cantera rosa y decorada con una fachada sumamente elaborada, tanto en el frente y los laterales, este recinto es una las mayores expresiones del barroco en el país.
También en la capital de Zacatecas se encuentra el recinto dedicado a la Virgen de Fátima, de estilo neogótico, construido en cantera rosa y naranja. La obra comenzó en 1950 y finalizó apenas en el 2000, y ya es uno de los lugares predilectos de los zacatecanos y visitantes, especialmente para realizar eventos como bodas, ya que esta maravillosa obra arquitectónica se enmarca de forma inigualable con el azul intenso del cielo zacatecano.
También en la capital zacatecana se encuentra esta parroquia cuya construcción fue iniciada por la orden de los jesuitas en 1616, y finalizada en 1746. Posteriormente fue ocupada por los dominicos en 1749, y fue consagrada precisamente a Santo Domingo.
Además de ser un centro de fe y de admiración por la majestuosidad y antigüedad de su construcción, es también objeto de múltiples leyendas debido a que, en 2010 fueron descubiertos los restos de 43 personas que fueron sepultadas bajo este templo hace más de 170 años, algunos de estos restos se encontraron completamente momificados, entre ellos, nueve niños. Algunos de estos entierros destacaban por mostrar la riqueza del fallecido con detalles de seda y oro entre otros objetos rituales propios de la época.