Santiago de Chile, 19 de junio de 2020. El impacto ambiental del estilo de desarrollo imperante hace que peligre el bienestar de buena parte de la humanidad y, en algunos casos, la supervivencia. Por ello, se requiere hacer transformaciones profundas en el paradigma de desarrollo y en las inversiones que lo hacen posible, señala un nuevo libro publicado hoy por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La publicación La emergencia del cambio climático en América Latina y el Caribe: ¿seguimos esperando la catástrofe o pasamos a la acción?fue presentada en una conferencia virtual por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.
La publicación hace una revisión exhaustiva de los efectos de la emergencia climática en la región de América Latina y el Caribe y de las políticas para enfrentarla. Presenta propuestas de acción para un nuevo modelo de desarrollo más sostenible y más igualitario, en consonancia con la reflexión de largo plazo de la CEPAL y la Agenda 2030. Además, plantea lineamientos imprescindibles para reactivar con igualdad y sostenibilidad.
El libro afirma que las actuales crisis sanitaria y climática son parte de un modelo de desarrollo insostenible, asociado a una tasa declinante de crecimiento de la producción y del comercio, que ya antes de la crisis mostraba un sesgo recesivo y el desacople del sistema financiero. Es un modelo vinculado a una elevada desigualdad con el predominio de las élites, es decir, de la cultura del privilegio, y basado en grandes externalidades negativas como las emisiones asociadas al cambio climático, que rebasa umbrales ambientales globales y con vulnerabilidades sistémicas que han sido evidenciadas por el COVID-19.
Advierte que el eje de la negociación internacional y de las políticas nacionales es la lucha por repartir, transferir, minimizar, eludir y dimensionar la carga de la externalidad.
En ese sentido, señala que el Acuerdo de París definió la carga planetaria respecto a las emisiones de carbono y estableció presupuestos nacionales voluntarios de carbono mediante Contribuciones Determinadas Nacionalmente un poco más ambiciosas, aunque insuficientes, entre otros progresos. Sin embargo, implicó un retroceso frente a la diferenciación de responsabilidades entre países, lo que agudiza la tensión centro-periferia. “El presupuesto remanente para la periferia puede ser insuficiente para las necesidades del desarrollo”, precisa la publicación.
El libro expresa que América Latina y el Caribe es una región extremadamente vulnerable al cambio climático, a causa de su dependencia de actividades muy sensibles al clima, su poca capacidad adaptativa y su exposición a diversos fenómenos hidrometeorológicos extremos.
Precisa que entre 1970 y 2019, América Latina y el Caribe fue afectada por 2,309 desastres naturales, de acuerdo con las cifras del Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres (CRED, por sus siglas en inglés). Estos eventos causaron 510,204 muertes, 297 millones de personas afectadas y más de 437 mil millones de dólares en daños.
Al respecto, António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), indicó que “el trabajo que presenta hoy la CEPAL da cuenta de más de una década de investigación, seguimiento y construcción de propuestas. Articula una mirada desde lo regional al más grande de los desafíos globales de nuestro tiempo, el cambio climático; y como siempre, lo hace recogiendo de los propios países sus diagnósticos, sus necesidades, el seguimiento de sus propias respuestas, al tiempo que imagina y propone caminos de acción más ambiciosos y devela la urgencia de respuestas mayores.
“El libro aporta de manera destacada al conocimiento disponible tanto para los responsables de diseñar y ejecutar las políticas públicas como para el conjunto de nuestras sociedades, protagonistas indispensables de un cambio en los patrones de producción y consumo que ya no puede seguir esperando”, dijo.