Opinión
El diablo de lago seco
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Ricardo MedranoEn la trompeta Radson, gangosa, se escucha la voz del intérprete vernáculo provocando los aullidos de los perros del vecindario. En Lago Seco el tiempo escurre, no transcurre.
La tienda de El Jarocho es un tendajón estilo palapa; ahí los parroquianos compran refrescos y cervezas, y los beben sentados, resguardándose del sol, bajo un toldo de láminas enchapopotadas que cubren un par de bancas apolilladas de tarima.
El Jarocho ha sabido adaptarse a la vida monótona del lugar. Para espantar las moscas se sirve de un plumero hecho con trozos de bolsas de plástico sujetos a un trozo de palo de escoba. Su cara morena es el diablo mismo cuando sonríe y muestra las coronas de oro de sus dientes que, con sus destellos, contrarrestan la negrura de sus labios bembones.
El Jarocho amplifica la música ranchera que transmite una emisora de radio. De vez en cuando interrumpe la melodía para enviar saludos, cifrados o directos: Saludos para don Luis Mendieta, de Oaxaca, que vive en esta colonia. Su esposa y sus hijos le piden que vaya a dejar el gasto. No importa que tenga otro querer, nomás que sea hombre y que cumpla.
Por cada mensaje cobra unos centavos. De granito en granito llena la gallina el buche, dice y palpa el morral de mezclilla que cuelga de su cinturón piteado.
Saludos a la señora Toña. Me he de comer esa tuna, aunque me espine la mano. Y si el señor de la casa no está de acuerdo, pues que salga y arreglamos el asunto —dice otro último mensaje pagado por un hombre que lleva la pistola al cinto y una tejana negra que le cubre del sol.
Petra, sabes que me gustas. Tú dices si te animas, que tengas buen día. Tu admirador anónimo, dice otro enamorado quien considera que su pecho no es bodega y ha decidió gritar a los cuatro vientos de Lago Seco que la tal Petra le cuadra para formar hogar.
Regularmente, de las Radson de El Jarocho salen más saludos que canciones. En el barrio identifican el tono costeño del hombre; sus mensajes se han hecho de un lugar entre la audiencia de los terregales. El hombre se da gusto, modula la voz y la vuelve grave o chillona, todo depende del comercial.
Lago Seco parece una estampa del Misisipi, pero sin agua: deben acarrearla sobre los hombros con unos aguantadores; en ocasiones hay que caminar hasta dos kilómetros; eso los obligó a construir carros de madera y desperdicios industriales.
A Lago Seco no han llegado los animales de tiro, por eso los únicos que tiran de los carros son los cargadores que se alquilan sobre pedido para llenar tinacos, piletas y cubetas ajenas; esto ha generado fuentes de empleo, sobre todo para los chiquillos jiotosos que no se cansan de ir y venir hasta la toma de agua, bajo las caricias abrazadoras del sol que los hace prietos como charol.
De todo se entera uno, dice la doña que ha bardeado su lote con láminas de tambos descuajaringados. Don Remigio se está quedando ciego por la diabetes, pero bien que pone su silla en el quicio de lo que él mismo define como la entrada para su casa para escuchar el chismógrafo de los pobres; en tanto, asa unas papas cortadas en rebanadas gruesas, sobre un comal superpuesto en tres piedras donde arden trozos de leña debajo. A pesar de que no tiene dientes ni muelas, Remigio macera las papas con las encías hasta que puede tragarlas. Dicen que está loco porque se ríe solo. Él sabe que no hay otra forma de entretenerse en estos terregales.
Ayer robaron el cable de luz que alimentaba la radio de El Jarocho y sus Radson. Hijos de la china Hilaria, dijo Chonita y tira de sus trenzas con furia, como si ordeñara las ubres de una vaca. El cable venía desde un poste improvisado, como a doscientos metros del negocio. El hurto ocurrió por la noche; aunque hay sospechosos, nadie supo ni vio, como siempre ocurre en estos menesteres.
Ha transcurrido una semana desde que Lago Seco se quedó sin su radio comunitaria.
Los vecinos, extrañados, quieren exigir, pero no saben a quién: la poli sólo viene a levantar borrachos y noctámbulos perdidos para extorsionarlos. Los saludos y los chismes entraron en modo pausa. El Jarocho ha tenido considerables pérdidas, nadie se acerca a la tienda, no es lo mismo escucharlo de viva voz contando sus anécdotas que atestiguar su magia a través de la Radson.
Margarita fue de las primeras en poblar estos lodazales, llegó de la costa de Guerrero con su marido y tres chilpayates. Dicen que la familia salió huyendo de su pueblo porque Jorge, el esposo de Magos, se escabechó a tres cristianos por un asunto de viejas rencillas.
Jorge siempre lleva el machete en el cinto. Hace trabajos de albañilería y usa pocas palabras para comunicarse. No le fallan los llamados para levantar bardas o para cavar fosas sépticas.
Aquella tarde, Jorge regresaba a su casa. Le llevó una mañana entera cavar un hoyo para almacenar los desechos de la comedera. Fuera de su tienda, El Jarocho tomaba una cerveza tibia, apenas remojada en agua polvosa. A Jorge siempre le molestaron las miradas del comerciante y su sonrisa con detalles dorados.
Dos meses atrás, una transmisión de El Jarocho había exacerbado las molestias de Jorge hacia el bembón. Un saludo de un admirador secreto para la seño Magos: no importa que tengas dueño, ya tendremos tiempo para conocernos —repitió el locutor con tono irónico.
Y como aquello de las bravatas no era algo que Jorge dejara pasar de lado, este anduvo entretenido pensando en cómo escarmentar al que había osado poner en tela de juicio su honor y el de su mujer.
Por eso, aquel día, bastó un intercambio de miradas para que Jorge preguntara: ¿Soy o me parezco? Y la sangre, que a fin de cuentas se calienta por igual en todas las criaturas del señor, sacó de la boca de El Jarocho una frase que terminó por engancharlos a ambos: Eres lo que tú quieres y a tus órdenes estoy. Entonces Jorge apretó la empuñadura del machete que llevaba sujeto al cinto. Sabía que cuando el arma sale de la funda tiene que usarse. Así se lo repitió su padre, y a su padre se lo recalcó su abuelo.
No había retorno, caminó unos pasos hacia el altanero sintiendo la sangre palpitando en sus sienes hasta casi arrancar el sombrero de palma de su cabeza. Serían las tres de la tarde de un mes de mayo. La tierra se levantaba construyendo fantasmas y empanizaba a los duelistas. Los ojos de ambos se hicieron pequeños como persianas por donde la muerte se asomaba.
También El Jarocho había recibido consejos. Si bien, madre nunca tuvo, padre tuvo mucho. Y su viejo, de la misma forma, le había regalado códigos de vida: para un cabrito, siempre hay cabrito y medio.
El machete cortó el aire terregoso; el instrumento de trabajo se tornó un arma con aparente vida propia y condujo aquella mano carente de voluntad, muerta por un destino irrenunciable. Jorge quiso intimidar al Jarocho, quizá pensando que acobardando a su adversario tenía oportunidad de esconder su propio miedo. Porque eso de los cristianos muertos y la huida del pueblo originario era sólo un rumor, una mentira que él mismo aceptó para hacerse de una reputación que le valiera el respeto de los otros migrantes de Lago Seco, y que terminó por convertirlo en su propia víctima.
Menos de dos minutos bastaron para que Jorge, con el machete en alto, bien empuñado, pero con la diestra engarrotada negándose a matar, terminara sus días mirando al cielo con sus ojos zarcos e incrédulos. Veintisiete años vividos, dos de ellos en los terregales donde pagaba a plazos un terreno para formar una familia con su esposa y sus hijos se habían ido como el polvo en el viento, aquella tarde. El Jarocho, sin aspavientos, le rebanó las entrañas con una charrasca, de derecha a izquierda con la mano zurda, limpiamente, de un solo tajo.
Con las vísceras fuera, Jorge se arrastró sobre la tierra, tal vez en un intento por encaminarse a su jacal, sin soltar el machete. Y este simple acto de morir con el arma en la mano obró en defensa de El Jarocho; no fueron pocos los que atestiguaron en su favor. Hubo quien dijo que el difuntito estaba mejor en estado frío, porque el calor de Lago Seco no le sentaba para nada, que le cocía los sesos convirtiéndolo en un peligro para la paz de la comunidad.
Y como el muerto no habla y muerto el perro se acabó la rabia, lo acusaron de ser el autor del robo del cable de la luz que alimentaba la radio y la Radson. Los testigos también dijeron que temían evidenciarlo porque era malo como el mismo demonio chancludo, que siempre andaba con el machete y que era responsable de haber remitido tres almas cristianas en el pueblo de donde huyó. Malo, lo que se dice malo, no era, porque era peor, dijeron las voces que apoyaron al Jarocho, quien quedó libre dos días después bajo el argumento de legítima defensa.
Los cientos de metros de cable robados al Jarocho aparecieron sobre las láminas de su tendajón. Es posible que un alma piadosa, tal vez temerosa, haya decidido ponerlos en el interior de un bulto vacío de cemento y regresarlos a su legítimo dueño. Un día después de quedar libre, los decires del bembón volvieron a esparcirse a través de la bocina comunitaria.
En la calma rota por la estridente música, un grupo de colonos beben cerveza y refresco sentados bajo un toldo negro, y escuchan las dedicatorias musicales de los enamorados, los recados con agravio y la voz de un incipiente locutor que da a Lago Seco lo que desea, porque, como buen comerciante, El Jarocho sabe que el cliente siempre tiene la razón.
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Opinión
Sheinbaum y la dificultad de hacer efectivo el poder de la silla
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05/12/2024Por
Arzate NoticiasLa sutileza con la que la presidenta Claudia Sheinbaum ha venido alterando el tablero político que le fue heredado es relevante. No ha sido fácil. Ha sido posible pulsar su inconformidad a través de sus voceros y propagandistas que, disfrazados de periodistas, critican en los principales medios de comunicación las desaseadas formas en las que se edifica el llamado segundo piso de la Cuarta Transformación.
No es que busque una ruptura de los ideales y el proyecto establecido por su antecesor Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, lo que sí quiere es dejar de tener sólo el membrete de mandataria y hacer efectivo el poder de la silla presidencial.
La designación del nuevo titular de la Fiscalía de la Ciudad de México no sólo representa una prueba para Claudia Sheinbaum en términos de control político, sino también una oportunidad para reposicionarse frente a las tribus que colonizan y conviven al interior del movimiento que fundó AMLO.
En particular, una corriente significativa dentro de la clase política ha comenzado a expresar, cada vez con mayor volumen, su incomodidad ante las maniobras para imponer a Bertha Alcalde como nueva fiscal. Un movimiento orientado a seguir la estrategia que impulsan “los duros” para mantener acotada la influencia de Sheinbaum en la capital, lugar del cual fue gobernante.
La decisión del Consejo Judicial Ciudadano de aplazar la definición de la terna de candidatos prevista para su anuncio este 2 de diciembre es un síntoma de ello. Si bien la presidenta se enfrenta a la necesidad de consolidar su liderazgo y demostrar que no es sólo una extensión del mandato de López Obrador, también debe gestionar con cautela para evitar la fragmentación de las bases que sostienen a la autodeterminada Cuarta Transformación. La familia Alcalde, con un poder consolidado, es percibida por algunos como un aliado necesario, pero, también, es vista por otros como una camisa de fuerza que la mandataria debe empezar a desabrocharse.
La Fiscalía no es sólo un asunto técnico o de política local, sino una posición estratégica en donde se juega el equilibrio de poder entre las distintas facciones de la Cuarta Transformación. Desde que salió de Ciudad de México para convertirse en candidata presidencial, Sheinbaum ha recibido agravios significativos: el descarrilamiento de Omar García Harfuch como su sucesor; la Reforma Judicial como una bomba de tiempo; la abierta y desafiante independencia de los líderes de Morena en el Congreso con Adán Augusto en el Senado y Ricardo Monreal en Diputados; así como la captura del partido Morena con Luisa María Alcalde y el hijo de AMLO, que si bien fue el vehículo que la llevó al poder, corre de manera paralela a ella, quien se supone es la máxima autoridad.
A eso se suma la renovación del periodo de Rosario Piedra en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, CNDH, contraviniendo a su candidata Nashieli Ramírez; la desaparición de los órganos autónomos constitucionales que tuvo que abrazar de manera forzada; así como una Fiscalía General inoperante con una Gertz Manero de adorno. Sin embargo, para cada muro y dique que le instalaron la mandataria ha empezado a diseñar mecanismos para sortearlos sin un abierto choque.
Por ejemplo, la Ley Harfuch que dio facultades que por diseño institucional sólo le competen a la Fiscalía General. Es decir, si Gertz Manero no es funcional y se mantiene en su perenne letargo, la Secretaría de Seguridad Pública a cargo de su persona de confianza tomará el control de la estrategia contra el crimen organizado. Harfuch estrenó su nuevo halo político con la operación Enjambre en el Estado de México que, además de dejar disminuidos a grupos criminales, también lastimó a ciertos sectores políticos en una entidad que operativamente y por diseño electoral está bajo supervisión de Andy Junior, el hijo del expresidente.
Lo mismo está ocurriendo con el vínculo entre el gobierno y el sector empresarial que tienen como instrucción, a nivel doméstico e internacional, arropar a Altagracia Gómez por encima del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien en su sistemático y franco entreguismo apuesta a su sobrevivencia en el gabinete a partir de su cercanía con Jared Kushner, yerno de Donald Trump.
En ese mismo sentido, se inscribe la lucha por la titularidad de la Fiscalía de CDMX, decisión que Sheinbaum estaría por buscar arrebatarle a la dupla de Clara Brugada/Martí Batres quienes de momento no tienen ningún contrapeso en la capital y quienes planean hacer de la ciudad una plataforma electoral que funcione como contrapeso a Sheinbaum en los procesos electorales venideros y contribuya al amurallamiento de su influencia.
Sin necesariamente ser culpable, Bertha Alcalde Luján podría ser, otra vez, víctima de este tipo de tensiones que la han dejado fuera en otros momentos como cuando intentó ser Consejera del INE o Ministra de la Corte, entre otros cargos. En el proceso para Fiscal de CDMX se mantienen, junto con la hermana de la presidenta del partido Morena, otros seis aspirantes: Anaid Elena Valero Manzano, Mario Alberto Martell Gómez, Ulrich Richter Morales, Fernando Moreno Caballero, José Alejandro García Ramírez, Francisco Javier Rodríguez Espejel.
Los perfiles son menores e irrelevantes, salvo un par de casos que cumplen con la ciudadanización de la justicia en la capital.
Será interesante ver cuáles son los nuevos tiempos que se establecen para diseñar la terna final sobre la cual Clara Brugada elija -con anuencia o no de la presidenta Sheinbaum- la propuesta final que eventualmente deberá ser votada en el Congreso de CDMX; espacio en el que la confrontación entre tribus salga a relucir.
*** Miguel Ángel Romero: Analista y consultor político. Por más de 12 años, creador de estrategias de comunicación para el sector público y privado. Licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM y maestro en gobierno por el Instituto Ortega y Gasset. Observador del uso de las nuevas tecnologías y su impacto en la democracia.
X: @MRomero_z
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Opinión
Rosacrucismo y masonería: misterio y transformación
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05/12/2024Por
Arzate NoticiasEl Rincón de Giróvago, por J. Alejandro Gamboa.
Me intriga cómo ciertos movimientos logran trascender el tiempo, influyendo en disciplinas como la espiritualidad, el arte y la ciencia. El rosacrucismo y la masonería son dos de ellos. Estos movimientos esotéricos han dejado una huella profunda en la historia, aunque para muchos siguen envueltos en un halo de misterio, ignorancia o desconocimiento.
Adentrémonos un poco en su legado para comprender por qué aún generan fascinación y controversia.
Entre la rosa y la cruz.
El rosacrucismo surgió en Europa a principios del siglo XVII. Este movimiento proclamaba una reforma universal basada en el conocimiento místico y científico. Lo que más me llamó la atención fue el simbolismo detrás de su nombre: la rosa y la cruz. Estos no son solo adornos, sino representaciones de la unión entre lo espiritual y lo material, un equilibrio que sus miembros buscaban en su camino hacia la transformación personal.
El rosacrucismo es representado en la actualidad por organizaciones como la Antigua y Mística Orden Rosae Crucis (AMORC), fundada en 1915 en Estados Unidos, con presencia en múltiples países, aunque no se dispone de cifras exactas de membresía.
En México, su influencia parece remontarse al siglo XVIII, aunque se conoce más de ella a principios del siglo XX; su Gran Logia de Habla Hispana para América, establecida en León, Guanajuato en 1999, cuenta con miembros en 22 países del continente. Estas logias promueven la búsqueda del conocimiento espiritual y la transformación personal.
Su influencia ha sido notable. Desde la literatura hasta la filosofía, el rosacrucismo ha inspirado a artistas y pensadores. Sin embargo, no todos comparten esta admiración. Algunos críticos lo ven como un movimiento excesivamente hermético, cuya naturaleza secreta ha dado pie a malinterpretaciones y teorías conspirativas.
La masonería: construyendo valores simbólicos.
La masonería, con raíces en las guildas medievales (asociaciones de artesanos, mercaderes o comerciantes que se organizaban mediante el pago de una cuota) de constructores, va más allá de las logias que solemos imaginar. Este grupo busca el perfeccionamiento moral y espiritual de sus miembros a través de rituales y símbolos que evocan enseñanzas ancestrales.
Lo más interesante fue cómo la masonería, al igual que el rosacrucismo, comparte intereses en tradiciones como la alquimia y la cábala, formando un puente entre lo práctico y lo espiritual.
La masonería está organizada en logias que se agrupan bajo Grandes Logias o Grandes Orientes. Por ejemplo, la Gran Logia Unida de Inglaterra, fundada en 1717, es una de las más antiguas y cuenta con más de 200 mil miembros.
En México, según la información disponible al profano la masonería se estableció formalmente en 1825, y en 2019 se estimó que había alrededor de 1,750,000 masones en el país. Dentro de estas logias, existen diversos ritos como el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el Rito Yorkino y el Rito Francés o Moderno, cada uno con particularidades rituales y estructurales.
Sin embargo, también está lejos de ser un movimiento exento de críticas. Su carácter reservado ha generado desconfianza. Algunos detractores los acusan de promover ideas gnósticas alejadas de las tradiciones religiosas ortodoxas, mientras que otros defienden su papel como guardianes de conocimientos que integran ciencia, arte y espiritualidad.
Después de explorar ambos movimientos, me quedó claro que tanto el rosacrucismo como la masonería han contribuido significativamente al pensamiento esotérico occidental. Sus enseñanzas buscan algo que creo todos anhelamos en cierta medida: la transformación personal y la búsqueda de un propósito superior. Pero su hermetismo, paradójicamente, ha sido también su mayor desafío, generando tanto admiración como rechazo.
En un mundo cada vez más abierto y tecnológico, me pregunto cómo estas fraternidades podrán adaptarse y mantener su relevancia. Qué acciones están realizando para mantener a sus miembros interesados o de qué manera pueden continuar su labor apoyadas en una membresía ilustrada y humanista.
Para mí, su legado es un recordatorio de que la búsqueda de conocimiento ya sea a través de símbolos, ciencia o espiritualidad, es un camino que nos define como humanos. Quizá, al final, el verdadero misterio no está en sus rituales, sino en lo que podemos aprender de ellos sobre nosotros mismos.
***Alejandro Gamboa C. Licenciado en periodismo con estudios en Ciencia Política y Administración Pública (UNAM) Enfocado a las comunicaciones corporativas. Colaboró como co editor Diario Reforma. En temas de ciencia y comunicación en Milenio y otros medios digitales. Cuenta con 15 años dedicado a las Relaciones Públicas. Ha colaborado en la fundación de la Agencia Umbrella RP. Ha realizado trabajos como corrector de estilo, creador de contenidos y algunas colaboraciones como profesor en escuelas locales.
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No es raro que, al leer las noticias, surja la pregunta: ¿estamos más cerca de una Tercera Guerra Mundial? Como observador diletante de los eventos internacionales, me gustaría compartirles algunas reflexiones sobre las tensiones que actualmente sacuden el tablero global.
El punto de inflexión. Desde 2022, cuando Rusia invadió Ucrania, el mundo ha estado observando cómo este conflicto escala en intensidad y alcance. Pero no es solo una guerra regional; es el epicentro de una disputa mucho más grande entre las potencias occidentales y Rusia.
La incorporación de Finlandia y Suecia a la OTAN en 2023 encendió aún más las alarmas en Moscú. Rusia ve la expansión de la OTAN como una amenaza directa a su seguridad, un factor que alimenta su narrativa de defensa nacional. Me he preguntado, como muchos, si esta expansión es una estrategia preventiva o, paradójicamente, un catalizador de mayores conflictos.
Misiles de largo alcance, el juego de EUA. Antes de que Biden se vaya nos ha dejado un regalo: dio luz verde a Ucrania para usar misiles de largo alcance contra objetivos dentro de Rusia. Para algunos, esta medida representa un apoyo decisivo; para otros, una provocación que podría llevarnos al borde del abismo.
Rusia ha respondido con advertencias directas, considerando esta acción como una implicación de la OTAN en el conflicto. Esto me lleva a pensar: ¿cuánto más puede estirarse la liga antes de que se rompa?
IA y el papel de las armas nucleares. Los investigadores han planteado escenarios alarmantes sobre lo que una guerra a gran escala podría significar. En 2022, un estudio de Nature advertía que un conflicto nuclear entre Estados Unidos y Rusia podría desencadenar un “invierno nuclear”, con consecuencias catastróficas para la humanidad. Es un recordatorio crudo de que no hay ganadores.
Además, está el tema de la inteligencia artificial (IA), que ahora juega un papel clave en la seguridad global. Según la RAND Corporation, estas tecnologías tienen el potencial de cambiar radicalmente cómo se manejan las tensiones nucleares, pero también pueden aumentar el riesgo de malentendidos o respuestas automáticas peligrosas. Este es un punto que personalmente encuentro escalofriante: el futuro de la guerra podría depender de algoritmos.
¿Cooperación o confrontación? Al hablar con especialistas y leer informes, una idea persiste: el conflicto en Ucrania, la expansión de la OTAN y las decisiones estratégicas como el uso de misiles de largo alcance son piezas de un rompecabezas geopolítico que aún no sabemos cómo encajará.
Ante los bárbaros del siglo XXI, como decía el Dr. Enrique Dussel, algo queda claro: la diplomacia, la cooperación internacional y un enfoque en la paz son más necesarios que nunca.
Creo que el desafío no solo está en evitar un conflicto a gran escala, sino en redefinir cómo las naciones pueden coexistir en un mundo donde las tensiones parecen multiplicarse. Si algo nos ha enseñado la historia, es que el diálogo siempre será la mejor herramienta para prevenir el desastre.
¿Estamos al borde de una Tercera Guerra Mundial? Es difícil decirlo. Pero lo que sí podemos afirmar es que la humanidad tiene mucho que perder si no tomamos en serio las lecciones del pasado.
***Alejandro Gamboa C. Licenciado en periodismo con estudios en Ciencia Política y Administración Pública (UNAM) Enfocado a las comunicaciones corporativas. Colaboró como co editor Diario Reforma. En temas de ciencia y comunicación en Milenio y otros medios digitales. Cuenta con 15 años dedicado a las Relaciones Públicas. Ha colaborado en la fundación de la Agencia Umbrella RP. Ha realizado trabajos como corrector de estilo, creador de contenidos y algunas colaboraciones como profesor en escuelas locales.
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