Todos los 8 de marzo se conmemora en el mundo la lucha de las mujeres por la igualdad, el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos. En México, se continúa la lucha por una justicia antipatriarcal, por el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad y por otras muchas situaciones que siguen vulnerando a la mujer.
Este día se llevan a cabo diversas manifestaciones por innumerables grupos de mujeres en todo el mundo, buscan erradicar las diferencias culturales, económicas, ideológicas y de cualquier tipo que ha venido dañando su existir.
La fuerza con la que realizan este movimiento las mujeres ha traspasado todas las fronteras, ya que unidas tienen el poder de cambiar el mundo y lograr la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad.
Es importante resaltar que en estos movimientos también se suman muchos hombres a la causa, porque la igualdad de género beneficia a toda la sociedad en virtud de que el destino de los hombres y las mujeres debe estar unido en todo momento.
Lamentablemente, hoy podemos decir que aún persiste la relación de poder y violencia, es decir, derivado de la violencia siempre existe un abuso de poder, de manera intencional con la finalidad de someter y controlar a otra persona o a un grupo de personas.
En las estructuras violentas existe un desequilibrio abismal de poder, en las que las personas que ostentan mayor poder, son las que mantienen un orden que legitima la desigualdad.
Dicho lo anterior, es importante mencionar que, de acuerdo al autor Johan Galtung, aún existe el “Triángulo de la violencia” el cual, lo identifica con los elementos culturales y estructurales en el ejercicio de la violencia. Es en este sentido, que señala la existencia de tres tipos de violencia que se relacionan en forma recíproca y que van desde lo evidente hasta lo “sutil” y poco reconocible, a saber:
1.- La violencia directa, la cual conlleva los comportamientos que existen en la vida diaria, por ejemplo, física, laboral, económica, psicológica, sexual, entre otras.
2.- La violencia cultural, misma que hace referencia a las creencias, mitos, ideologías y simbolismos que pretenden justificar y normalizar las injusticias y el abuso de poder, por ejemplo, el machismo, ya que el hombre considera inferiores a las mujeres.
3.- La violencia estructural, que se refiere a la forma en que está organizada la sociedad y sus instituciones, por ejemplo, el patriarcado como una superestructura de poder que oprime a las mujeres como la familia tradicional y el matrimonio.
Es por ello que debemos de seguir insistiendo en llevar a cabo las acciones necesarias para erradicar todos los tipos de violencia contra las mujeres, porque no hay ninguno que sea menor.
No debemos de seguir permitiendo la existencia de la discriminación que las mujeres sufren a través de las leyes o la práctica y persisten por razones de género, lo que si debemos de hacer a través de diversas formas de manifestaciones, es solucionar este grave problema para obtener una igualdad real entre las personas.
Este 8 de marzo, hagamos un homenaje a todas las mujeres que han sabido sobresalir por su entrega, pasión y ambición, a quienes son fuente de inspiración para todos nosotros, por ejemplo destacan: Evelyn Berezin, quién desarrolló el primer procesador de texto, Radia Joy Perlman, creadora del Spanning Tree Protocol (STP) pieza clave para la creación del internet o Ada Lovelace, conocida como la primera programadora de la historia, toda vez que frente a las adversidades, lograron cambiar la historia de la tecnología.
Hasta que no se consiga una igualdad de género efectiva, se seguirá celebrando el Día Internacional de la Mujer, ya que su principal finalidad es visibilizar las diversas formas y expresiones de la violencia machista que sufren las mujeres en todo el mundo.
“Los hombres fuertes no necesitan poner abajo a las mujeres para sentirse poderosos”. Michelle Obama